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DOLOR CRÓNICO

Adiós al insomnio gracias a las terapias conductuales

Los tratamientos farmacológicos suelen administrarse durante periodos cortos de tiempo, por lo que estas terapias pueden ser una alternativa

Insomnio y dolor crónico están muy relacionados ABC

R. I.

Para tratar el insomio es posible que las terapias conductuales, como una buena higiene del sueño, tengan mejores efectos a largo plazo de los fármacos. Lo asegura una investigación que se publica en « Sleep » y que ha sido realizada por la Universidad de Warwick (Reino Unido), que indica que las personas con dolor crónico y problemas del sueño podrían beneficiarse de estas terapias.

Los investigadores han visto que las terapias cognitivo-conductuales (TCC) son eficaces, de moderado a mucho, en el manejo del insomnio en pacientes con dolor a largo plazo. También ha observado que los pacientes con dolor crónico no solo se benefician de un mejor sueño, pero también experimentaron un impacto positivo más amplio sobre el dolor, la fatiga y la depresión. Sin embargo, también llegaron a la conclusión de que las terapias sólo funcionaban cuando se aplicaban personalmente, no a través del teléfono o del ordenador.

«La falta de sueño es una posible causa de mala salud y algunos estudios previos sugieren que pueden causar obesidad, diabetes, accidente cerebrovascular, enfermedad coronaria e incluso la muerte. El insomnio también puede aumentar el riesgo de depresión , ansiedad y de abuso de sustancias y es un problema importante para las personas que sufren dolor que dura más de tres a seis meses», asegura Nicole Tang.

Tang cree que su estudio es particularmente importante debido a que el uso de medicamentos para tratar el insomnio no está recomendado durante largos períodos de tiempo lo que obliga a proponer tratamientos no farmacológicos.

Menos dolor

Los investigadores han revisado los datos de 72 estudios realizados sobre 1.066 pacientes 45-61 años de edad que sufría de insomnio y dolor causado por una variedad de enfermedades como el cáncer a largo plazo , dolores de cabeza y la artritis. Los tratamientos evaluados eran diversos, desde estrategias de intervención basadas en la psico-educación sobre de la higiene del sueño (buenos hábitos de sueño, como un patrón de sueño regular), el control de estímulos, restricción del sueño y la terapia cognitiva.

Esta última, además de mejorar el insomnio, lograba un leve a moderado descenso en el dolor inmediatamente después de aplicarse. Los investigadores también observaron que la mejora del sueño produjo una disminución de la depresión. Estos resultados, subrayan, ponen de manifiesto el valor de tratar el insomnio asociado al dolor crónico tan pronto como sea posible.

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