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CÁNCER

La quimioterapia a dosis bajas podría mejorar el tratamiento de algunos tipos de cáncer

Comparada frente a la quimioterapia a dosis máximas tolerables, se asocia con una menor recurrencia en el cáncer de mama y el adenocarcinoma ductal de páncreas

Imagen por bioluminiscencia del crecimiento tumoral a dosis altas (derecha) y dosis bajas (izquierda) de quimioterapia TMU

M. LÓPEZ

La quimioterapia, esto es, la administración de fármacos específicos para destruir las células cancerígenas, constituye junto a la cirugía y la radioterapia la base del tratamiento de la mayoría de enfermedades oncológicas. Una quimioterapia que, dada la gravedad de la enfermedad, suele administrarse a las máximas dosis ‘tolerables’ –es decir, a dosis en las que los efectos secundarios son aún ‘soportables’ y no amenazan la vida del paciente– para inducir el mayor efecto anticancerígeno posible. Sin embargo, esta tendencia a utilizar dosis elevadas de quimioterapia quizás no sea la más acertada. De hecho, un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Médica de Taipéi (Taiwán) muestra que en algunos tipos de cáncer, caso de ciertos tumores de la mama o del páncreas, la administración de dosis bajas de quimioterapia puede ser más eficaz y evitar la reaparición –o ‘recurrencia’– de la enfermedad. O así sucede, cuando menos, en modelos animales –ratones.

Como explica Kelvin Tsai, director de esta investigación publicada en la revista « The Journal of Experimental Medicine », « nuestro estudio refuerza el paradigma emergente de que las señales derivadas del estroma contribuyen a la patología tumoral . Además, nuestros resultados sugieren que la quimioterapia metronómica a dosis bajas puede mejorar los resultados clínicos en los tumores desmoplásicos».

Cuestión de dosis

En la gran mayoría de los casos, la quimioterapia que reciben los pacientes se administra cada pocas semanas y a la ‘máxima dosis tolerada’. Una estrategia que si bien destruye la mayoría de células cancerígenas, no acaba con un reducido número de células iniciadoras de tumores –también denominadas ‘células madre tumorales’– que darán lugar a la reaparición del cáncer. Es más; los tumores recurrentes son por lo general más agresivos y presentan una mayor capacidad para migrar a otros órganos –la consabida ‘metástasis’–, explicándose la razón para esta mayor nocividad, cuando menos parcialmente, porque las altas dosis de quimioterapia también afectan a las células del estroma –la estructura de tejido conjuntivo que conforma la matriz de un órgano– que rodea a los tumores, incluyendo a las células inmunes y a las células del endotelio de los vasos sanguíneos.

La quimioterapia metronómica a dosis bajas puede mejorar los resultados clínicos en los tumores desmoplásicos

Kelvin Tsai

Pero, ¿cómo es posible que la quimioterapia a altas dosis pueda acabar dando lugar a tumores más agresivos? Pues porque como muestra el nuevo estudio, los fibroblastos que se encuentran en el estroma de los tumores desmoplásicos –o lo que es lo mismo, ricos en tejido conjuntivo, como el cáncer de mama o el adenocarcinoma ductal de páncreas– y que son expuestos a dosis elevadas de quimioterapia secretan una gran cantidad de proteínas, denominadas ‘quimiocinas ELR+’ que inducen a las células cancerígenas circundantes a convertirse en células iniciadoras de tumores. Y dado que estas células madre del cáncer promueven la formación de vasos sanguíneos para nutrir al tumor y el reclutamiento de macrófagos, el resultado es un mayor crecimiento tumoral y la aparición de metástasis.

En definitiva, los tratamientos consistentes en la administración de fármacos quimioterápicos a altas dosis pueden provocar que los fibroblastos que rodean al cáncer secreten proteínas que promuevan la reaparición de un tumor que, además, será mucho más agresivo. Entonces, ¿qué se puede hacer? Pues de acuerdo con el nuevo estudio, utilizar esta quimioterapia, pero a dosis bajas.

Menor tasa de recurrencia

Algunas investigaciones recientes han sugerido que los regímenes en los que la quimioterapia se administra a dosis bajas y de forma más frecuente –prácticamente a diario– pueden ser más efectivos que los regímenes convencionales. Por ello, los autores del nuevo estudio emplearon un régimen de quimioterapia metronómica –esto es, administrada de forma constante– a bajas dosis en ratones con cáncer de mama o de páncreas. Y lo que observaron es que este empleo, aun continuo, de dosis bajas no se asoció con una liberación de quimiocinas ELR+ por los fibroblastos, reduciéndose así la tasa de formación de células iniciadoras de tumores y de vasos sanguíneos y el reclutamiento de macrófagos.

El resultado, como concluye Kelvin Tsai, «es que los ratones con cáncer de mama o con adenocardinoma ductal de páncreas respondieron mejor a la quimioterapia metronómica de dosis bajas y sobrevivieron durante más tiempo que aquellos tratados con las dosis máximas toleradas».

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