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TRASTORNOS INTESTINALES

HIC1, la proteína que podría curar el síndrome del intestino irritable

Regulada por la vitamina A, HIC1 controla la actividad de las células linfoides innatas y evita al desarrollo de enfermedades autoinmunes como las alergias alimentarias o el SII

A. OTERO

La vitamina A juega un papel fundamental en el organismo. No en vano, y entre otras muchas funciones, desempeña un papel vital en procesos biológicos como la visión, la formación de las células epiteliales que conforman la piel y las mucosas, el desarrollo embrionario y el crecimiento. Es más; esta vitamina A es esencial para el desarrollo y mantenimiento del sistema inmune. De hecho, investigadores de la Universidad de la Columbia Británica en Vancouver (Canadá) han descubierto los mecanismos moleculares por los que esta vitamina regula la función del sistema inmunitario en el intestino, abriendo así la puerta al diseño de tratamientos para prevenir, o en su defecto tratar, los desequilibrios inmunes intestinales. Un aspecto a tener muy en cuenta dado que estos ‘desequilibrios’ pueden dar lugar al desarrollo de alergias alimentarias y de enfermedades como el síndrome del intestino irritable (SII).

Como explica Colby Zaph, director de esta investigación publicada en la revista « PLOS Pathogens », « hace mucho tiempo que se sabe que la vitamina A juega un papel principal en el equilibrio entre la salud inmune intestinal y la enfermedad , pero los mecanismos moleculares específicos por los que esta vitamina actúa sobre las células inmunes permanecían desconocidos».

Desequilibrio intestinal

El sistema inmune del intestino debe mantener un equilibrio para poder hacer frente a las infecciones sin destruir a las bacterias comensales que, totalmente inocuas y absolutamente beneficiosas, componen nuestra flora intestinal. Entonces, ¿qué sucede en aquellas ocasiones en las que se rompe este equilibrio? Pues que por un lado, el organismo podría quedar expuesto al ataque de los microorganismos infecciosos y, por otro, podría producirse una alteración de la composición de la flora intestinal –lo que conllevaría un funcionamiento ‘anómalo’ de esta microbiota y, por ende, la aparición de trastornos digestivos como el SII.

Tal es así que la vitamina A, o más concretamente la tretinoína o ‘ácido holo-transretinoico’ (ATRA) –el producto resultante del metabolismo de la vitamina A por algunas células intestinales–, juega un papel fundamental al mantener este equilibrio intestinal al regular la actividad de las células linfoides innatas – células inmunitarias cuyo ‘descontrol’ da lugar al desarrollo de enfermedades autoinmunes como las alergias alimentarias o el SII –. Así lo han demostrado infinidad de estudios que, sin embargo, no han podido desentrañar los mecanismos moleculares por lo que se lleva a cabo esta regulación por la vitamina A.

La identificación de HIC1 ofrece una nueva diana terapéutica potencial para modular la inflamación intestinal

Para llevar a cabo el estudio, los autores se centraron en la proteína HIC1 –o ‘hipermetilado en cáncer 1’–, proteína codificada por el gen ‘HIC1’ y bautizada con este nombre porque la primera vez que se observó fue en las células cancerígenas. Sin embargo, ya se sabe que esta HIC1 también ayuda a regular la expresión de genes en las células sanas. Pero, ¿por qué basar el estudio en esta proteína? Pues porque un trabajo previo de los mismos autores ya había mostrado que la tretinoína regula la actividad de la HIC1 y que, a su vez, esta HIC1 ayuda a mantener la salud intestinal en roedores . Así, el objetivo era analizar los detalles moleculares de esta función de la HIC1.

En el estudio, los autores utilizaron un modelo animal –ratones– al que manipularon genéticamente para que algunas de sus células linfoides innatas intestinales no pudieran expresar la HIC1. ¿Y qué pasó? Pues que en ausencia de esta proteína, los animales fueron muy, pero que muy susceptibles a ser colonizados por la bacteria ‘Citrobacter rodentium’. Pero, ¿cómo se explica esta mayor susceptibilidad? Pues porque como muestran los resultados, la deficiencia en HIC1 provoca una reducción en la capacidad de producción por las células linfoides innatas de la interleucina 22 (IL-22), proteína que juega un papel fundamental en la respuesta inmune intestinal.

Como apuntan los autores, «nuestro trabajo muestra que el ácido holo-transretinoico, que no es sino la forma activa de la vitamina A, regula la respuesta inmune en el intestino de ratones al controlar la expresión de la proteína HIC1 en las células linfoides innatas ».

Diana terapéutica

En definitiva, los resultados sugieren que, cuando menos en los ratones, esta HIC1 ayuda a mantener la salud intestinal al regular la actividad de las células linfoides innatas. Y asimismo, que la actividad de la HIC1 se encuentra a su vez regulada por la tretinoína. Unos hallazgos que, como indica Kyle Burrows, director de la investigación, «podrían facilitar el diseño de nuevas estrategias para prevenir las infecciones y los desequilibrios intestinales».

Como concluye Colby Zaph, « la identificación de HIC1 ofrece una nueva diana terapéutica potencial para modular la inflamación intestinal ».

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