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Algo más que hermafroditas: animales que son mitad macho y mitad hembra

Estas criaturas se conocen como ginandromorfos bilaterales. Al contrario que los hermafroditas, cuya inversión de género empieza y acaba en los genitales, estos animales están divididos por todo su cuerpo

Algo más que hermafroditas: animales que son mitad macho y mitad hembra ABC

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El doctor H. E. Schaef dejó a principios del siglo XX testimonio de un extraño espécimen, una gallina hermafrodita. O eso creía él: era como si alguien hubiera cortado una gallina y un gallo por la mitad y hubiera fundido los dos cuerpos por el medio. En el lado derecho, el pollo del doctor H. E. Schaef parecía un gallo joven común , con una cresta roja y papada, pero viendo el lado izquierdo, cualquiera pensaría que era una gallina: su cuerpo era más delgado y tenía marcas lisas. Su comportamiento era, además, muy confuso. La criatura intentaba reproducirse con las otras gallina s, pero también ponía unos pequeños huevos. Una vez muerto, Schaef pudo confirmar que la gallina tenía testículos y también un ovario con un huevo parcialmente formado.

Según informa «BBC Earth», Schaef preservó el esqueleto y se lo legó a su amigo anatomista Madge Thurlow Macklin , quien escribió la historia en la Revista de Zoología Experimental , en 1923. Hoy, estas criaturas se conocen como ginandromorfos bilaterales. Al contrario que los hermafroditas, cuya inversión de género empieza y acaba en los genitales , estos animales están divididos por todo su cuerpo: machos de un lado, hembras del otro.

Un siglo después del hallazgo de Schaef se han recogido muchos otros ejemplos de animales con las mismas características y se tiene constancia de uno en el siglo XVIII. El 7 de mayo de 1752, M. Fisher presentó en la Royal Society de Inglaterra una langosta «con todas las partes de generación (o de género) duplicadas». En total, los científicos han recogido casos de cangrejos, gusanos de seda, mariposas, avispas, serpientes y varias especies de pájaros dentro de la lista de animales que pueden convertirse en ginandromorfos bilaterales . Estos animales, no obstante, están condenados al aislamiento, puesto que sus iguales o los rehúyen o los atacan.

Un extraño truco evolutivo

Durante algún tiempo se pensó que estos animales eran el resultado de un accidente genético al ser concebidos; sin embargo, el investigador Michael Clinton , de la Universidad de Edimburgo , ha planteado recientemente una nueva teoría. Así, cuando se forma un huevo, la célula debe descartar la mitad de los cromosomas en una bolsa de ADN llamada el «cuerpo polar». En muy pocos casos el huevo mantiene el cuerpo polar, pero si ambos son fecundados y la célula se empieza a dividir , cada lado del cuerpo se desarrollará con su propio genoma, y su propio género.

Lo que en apariencia puede parecer un accidente, es quizá un astuto truco evolutivo que salió mal. De esta forma –y sabiendo que algunas especies pueden tender a un género concreto, es decir, controlar el sexo de su hijo en función de la circunstancias ambientales–, si uno de los huevos de la madre se queda con su cuerpo polar, y por tanto tiene dos núcleos , la madre tendrá un embrión que será medio hembra y medio macho a la espera de que la madre pueda entonces elegir (controlar) el sexo de su cría. En el caso poco común de que el núcleo no querido no sea controlado a tiempo, el resultado será un ginandromorfo.

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