Los ultras de la Juventus campan a sus anchas en Vinovo

El problema de los ultras está igual de latente en Italia que en España. Al menos, en Turín, donde hace un par de semanas en el derbi de la ciudad los hinchas de la Juventus hicieron explotar una carta bomba que tampoco parece haberse tomado muy en serio en la entidad del Piamonte

Como pudo comprobar ayer ABC, los aficionados más radicales del conjunto italiano se «pasean» con comodidad por el centro de entrenamiento. No llegaron a acceder a él, pero a las puertas del Juventus Center, unos treinta ultras esperaban a los jugadores para fotografiarse con ellos, darle ánimos y celebrar la consecución del título de Liga. Algunos jugadores, como Marchisio, se fotografiaban con ellos y le grababan vídeos en sus «smartphones», e incluso el director general de la entidad italiana, Giuseppe Marotta, se bajaba de su vehículo para saludarlos uno a uno.

Todo ello, mientras estos radicales intimidaban al resto de aficionados que esperaban a sus ídolos pidiéndoles dinero en un cazo o encendiendo bengalas a la vez que cantaban con esmero «giornalistas terroristas». Mientras tanto, los agentes de seguridad se miraban resignados insinuando que nada podían hacer. Un episodio surrealista y triste que no representa a la afición turinesa pero que no ayuda demasiado a la desaparición de los ultras del fútbol italiano.