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El secreto del «vuelo con motor» de Cristiano

Sus cualidades son genéticas, pero las entrena. Trabaja el glúteo, las piernas y los brazos para ser el número uno, también, en el remate de cabeza

El secreto del «vuelo con motor» de Cristiano efe

tomás gonzález-martín

Cristiano lanzó hace tiempo este mensaje que era toda una metáfora de su carrera: «Creo que puedo volar». Lo dijo cuando le preguntaron por una de sus canciones favoritas, «I believe i can fly», banda sonora de la película Space Jam. Su respuesta tenía doble significado. Quería alcanzar lo más alto en el fútbol. Acaba de conquistar su segundo Balón de Oro . Y realmente vuela. En el devenir de carrera y en el propio césped. Elogiado por su zancada, por su velocidad, su disparo con ambas piernas y por sus regates, su remate de cabeza corona una amalgama de virtudes que le han llevado al Olimpo. Diecinueve de sus 239 goles anotados con el Real Madrid han sido de cabeza. El último, frente al Levante, fue una lección magistral para los entrenamientos de los chavales en Valdebebas. El vídeo es de culto interno.

Marcó desde once metros de distancia, desde el punto de penalti, con la oposición de dos defensas. Su enorme salto, su potencia de impulso y su capacidad para mantenerse colgado en el aire tuvieron el refrendo de un testarazo preciso, colocado junto a un poste. «Eso es lo más difícil, colocarlo a esa altura», advierte Santillana, santo y seña de la especialidad. El acierto recordó al golazo de similar factura que el luso anotó frente al Manchester United hace un año, en un brinco que alcanzó los tres metros de altura. Su magnífico tanto en la final de la Copa 2011, con otro vuelo espectacular, sostenido en el aire, en el tiempo, es también inolvidable para el madridismo. Cristiano reedita a Santillana. Y Fly Emirates tiene un competidor en la casa blanca.

El muslo es fundamental. «Hacen falta unas cualidades innatas, genéticas, para saltar con esa potencia, alcanzar esa altura y mantenerse en el aire», aduce el doctor José González, un experto en el trabajo con equipos de fútbol y en el cuidado y entrenamiento de los futbolistas. «El salto se puede entrenar y Cristiano lo hace con ejercicios de fuerza, de flexibilidad y pliométricos, que son trabajos explosivos en corto espacio de tiempo para aumentar la potencia, la velocidad y la coordinación aerodinámica. Pero para cabecear a esa altura tiene que haber una genética. Santillana también estaba dotado genéticamente para el salto».

Ronaldo es un bálsamo de tranquilidad para el Real Madrid . Cuando los partidos se complican, allí surge la «folha seca» del portugués, con ese disparo con la parte delantera del empeine que levanta el balón y lo hace caer como un obús descontrolado, zigzagueante. Y si no le dejan demostrar su trallazo, al equipo siempre le quedará su vuelo. No adquiere altura, sino altitud. Cambia la temperatura donde CR7 conecta su frente con la pelota. Hace más frío.

Los aficionados, sobre todos los futbolistas en edad juvenil, desean saber qué músculos hay que trabajar para mejorar el salto, la «altitud» y el cabezazo. El doctor González presenta la tabla de sacrificio diario: «Se ejercitan el glúteo mayor, el músculo semimembranoso, el semitendinoso, el bíceps femoral (los tres situados en la parte trasera del muslo), el cuádriceps (en la parte delantera) y por supuesto el tríceps (parte trasera de los brazos)», concreta José González. «También intervienen los músculos espinales, el pectoral y el deltoides, pero los principales son los citados antes», incide.

«La piscina, obligatoria». Ronaldo tiene secretos para mantener esa forma física. El fundamental se llama «sacrificio», señala Jorge Mendes, su apoderado. Tras su sesión diaria en Valdebebas, por la tarde realiza una o dos horas de piscina. José González destaca que eso es esencial: «Si Cristiano hace eso, es lo mejor para sus músculos. Realizar ejercicios en la piscina debería ser obligatorio después de los entrenamientos, con el fin de llevar a cabo estiramientos y relajar la musculatura. Lo llevo diciendo treinta años, pero muchos jugadores no lo hacen y los técnicos deerían exigirlo. Son baños de cinco minutos en agua caliente y luego tres minutos en agua fría, en otra piscina adyacente. Hay que repetir la operación varias veces».

Cabecea de frente, no gira el cuello. Los especialistas denotan una diferencia en el estilo de Cristiano para atacar al balón por alto. Su cabezazo no es el clásico de un delantero centro puro. No gira el cuello para precisar su testarazo. Golpea al balón de frente para aportar toda la potencia de su cuerpo a la pelota. Pinto lo comprobó en la final de Copa 2011. De Gea lo vio el año pasado. Ronaldo tiene tanta potencia que, si quiere, puede picar siempre el balón.

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