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REAL MADRID

Mourinho pide a sus hombres pases y desmarques letales en las crisis

Hace autocrítica: el equipo estuvo mal y sus futbolistas no supieron buscar la jugada salvadora hasta que nani fue expulsado

Mourinho pide a sus hombres pases y desmarques letales en las crisis efe

tomás gonzález-martín

El éxito de la clasificación en la Champions no esconde la autocrítica de Mourinho. Estaba decepcionado con sus hombres después del triunfo por 1-2. La expulsión de Nani les abrió unas vetas que durante una hora nunca encontraron. Esa es la preocupación del entrenador. Un conjunto de la experiencia del Real Madrid no tuvo plan B ni C para solventar un mal partido con golpes de calidad. Clase hay de sobra en el plantel y no quedó patente más que cuando el United se quedó con diez. El portugués ha reflexionado y les ha dicho a sus pupilos que les salvó el gong, pero que ya no habrá otro gong. Echó de menos un centro letal de Ozil o de Xabi ante un desmarque de Cristiano, Di María o Higuaín. El «Pipa» fue el único delantero que realizó incursiones en diagonal en el área inglesa que ni Mesut ni Alonso aprovecharon. Luego, su pase de la muerte en el 1-2 , anotado por Cristiano, premió su buen partido en una labor tan oscura como eficaz.

El propio Gonzalo se quejó del individualismo de Ronaldo en dos acciones anteriores al 1-1. El luso hizo dos disparos sin ángulo de tiro cuando el argentino había vuelto a trazar dos buenos desmarques.

El Madrid estuvo plano en ataque durante cincuenta y siete minutos. Xabi no pudo dar una asistencia mortal porque Welbeck salió a taponarle y lo consiguió. Ozil tampoco pudo mirar, templar y lanzar sus balones de oro porque Ferguson le anuló bien. Sin surtidores, el Madrid se moría. A Mourinho le hubiera gustado que el amor propio de sus hombres encontrara ese espasmo de magia, ese centro preciso y esa escapada que valiera un gol. Puso como ejemplo al Bayern del año pasado en semifinales. El conjunto blanco vencía por 2-0 a los alemanes en el Bernabéu, los hombres de Heynckes estaban k.O. y en plena vorágine negativa supieron exprimirse físicamente a tope en cuatro jugadas. En una de ellas se fugaron por velocidad para anotar el 2-1 que sería decisivo. Luego llegó la prórroga, los penaltis y el conjunto bávaro pasó a la final desde el punto fatídico. Ese toque de genialidad es lo que el portugués no vio en el Madrid. Solo se produjo cuando el United se quedó con diez. Un campeón lo es cuando tiene esos recursos de crisis para salvar una eliminatoria. Es una asignatura pendiente que el Madrid debe aprobar. Mourinho se ha puesto a ello con vistas a los cuartos de final.

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