«Men in black» y otras películas que ver hoy en televisión

-«Tetro» (***). 1.20 horas. La 2.

Tal vez la película más extraña dentro de la asombrosa filmografía de Coppola, y desde luego la más «familiar» de un cineasta que ha sitiado emocionalmente a «la familia». Rara de principio a fin, aunque de principio sea subyugante y prometedora, y hacia el final busque todos los precipicios posibles para despeñarse. Una historia de búsqueda, de dos hermanos, uno de ellos de hirviente y turbador presente y pasado (que interpreta ese actor loco llamado Vincent Gallo), consigue establecer las suficientes reglas de interés y atractivo como para provocarle al espectador una incomodidad que se acentúa a medida que la película se ciega y los secretos familiares se encrespan. Nadie sabe, probablemente, las teclas que toca Coppola aquí, pero es Maribel Verdú la que mejor se acomoda al absurdo de los acontecimientos.

-«Men in Black (Hombres de negro)» (***). 23.55 h. La 1.

Divertida y sorprendente comedia de acción en una Tierra cuajadita de marcianos y en la que hay un cuerpo especial de agentes encargados de controlarlos y fumigar a los elementos peligrosos. Recital de Tommy Lee Jones y Will Smith, y que nadie se equivoque: es mejor ver esta por segunda o tercera vez, que caer en sus secuelas.

-«Tirano Banderas» (**) .21.00 horas. La 2.

Es más fácil acertar la quiniela que en el tono y timbre de una adaptación al cine de Valle Inclán, pero José Luis García Sánchez no sólo rellena este magnífico boleto sino que es reincidente en la empresa («Divinas palabras»). Resuelve como puede la ecuación entre el esperpento, el trópico y la interpretación. Merece la pena dejarse caer por ella.

-«Déjà vu» (**). 22.30 horas. Cuatro.

Con todo el aroma del síndrome post 11-S, Tony Scott se adentra en una historia de terrorismo mezclada con el viaje en el tiempo, y sobre si manipulando el pasado se puede alterar el presente. Al ser una película de entretenimiento, y con la dignidad que a eso le otorgó siempre Tony Scott, conviene saltarse toda su ilógica interna y no ponerse estupendo ante ella. Estupendo es Denzel Washington.