Mi otro yo

Fay es una adolescente cuya vida aparentemente perfecta se desmorona poco a poco cuando sospecha que la acecha una misteriosa 'doble' que pretende robarle no sólo la identidad, sino la vida misma.

Volviendo a sus inicios, Isabel Coixet (una de las miradas femeninas más particulares del séptimo arte) volvió a rodar en inglés en este gótico thriller psicológico que quiso impregnar de su sello personal. Y es que, con su habitual tensión entre la comunicación y el silencio, la cineasta quiso plasmar las ansiedades metafóricas y los miedos de los postadolescentes, representados por una Sophie Turner que, cuando fue contratada en 2011, todavía no se había programado la primera temporada de "Juego de tronos". Cuando se estrenó la cinta, en 2013, ya era toda una estrella de la televisión, gracias a su papel de Sansa Stark.

Le acompaña en pantalla Jonathan Rhys Meyers ("Match Point"), un actor que seguramente no repetirá experiencia con Coixet, pues ella lo consideró el intérprete más difícil de toda su carrera. Y es que a la realizadora le desesperaba su falta de disciplina, una actitud que complicó el rodaje a varios miembros del equipo.