El Congreso

La necesidad de dinero, lleva a una actriz a firmar un contrato según el cual los estudios harán una copia de ella y la utilizarán como les plazca. Tras volver a la escena, será invitada a un congreso, que se desarrolla en un mundo completamente animado.

Ari Folman, un director israelí que ya jugó con los límites de la animación con el documental "Vals con Bashir", que retrataba enteramente con dibujos la guerra del Líbano de 1982; volvió a jugar con la creatividad visual con esta brillante y poderosa fábula metacinematográfica que adapta el universo del escritor y filósofo Stanislaw Lem "Congreso de Futurología". Se trata de una realidad distópica, que critica las consecuencias que pueden traer las nuevas tecnologías y que desgrana algunos malos de una sociedad (la tiranía de la imagen y la obsesión por la eterna juventud) que se retrata en el cine.

A destacar, la doble presencia de Robin Wright, excelente tanto cuando sale en persona, como cuando aparece su versión animada.

En resumen, otra obra maestra del cineasta, que está llamada a convertirse en película de culto.