El coloso en llamas

Varias personalidades se encuentran en la fiesta de inauguración de un nuevo rascacielos de 138 plantas. De pronto, un cortocircuito en el piso 81 provoca un gran incendio.

Uno de los hitos indiscutibles del cine catastrófico fue "El coloso en llamas", un filme producido por el máximo gurú del género, Irwin Allen ("La aventura del Poseidón"), quien también se encargó de dirigir las escenas de acción. Ganadora de los Oscars a la mejor fotografía, montaje y canción, fue además nominada en cinco categorías más. No sólo eso: también logró convertirse en una de las producciones más taquilleras de la década. A ello ayudó también un reparto lleno de estrellas, que incluía a unos Paul Newman y Steve McQueen en la cima de sus respectivas carreras. Curiosamente, los nombres de ambos aparecieron escalonados en los títulos de crédito para que tuvieran la misma importancia. Y es que precisamente este fue uno de los puntos que alejó a McQueen de la que podría haber sido su primera aventura junto al galán de los ojos azules: "Dos hombres y un destino". Esta vez, el intérprete de "La gran evasión" aceptó la propuesta, a cambio de cobrar lo mismo y tener las mismas líneas de diálogo que Newman.