Mario Casas. No es la primera vez que Mario Casas sorprende con un cambio físico por exigencias del guión. Ahora, para meterse en la piel del preso 5.185, internado en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen, ha tenido que revertir el proceso que habíamos visto en los momentos previos a películas como «El Bar» o «Bajo la piel del lobo» Christian Bale. Sin emabrgo, el rey de las transformaciones físicas es el Christian Bale. Para «El maquinista» llegó a adelgazar casi 30 kilos: solo comía una lata de atún y una manzana al día. Con 55 kilos no podía encarnar a Batman, su siguiente rol, de modo que subió hasta rozar los 100 a base de puro músculo. Su otra gran hazaña fue engordar 20 kilos para lucir «tripa» en «La gran estafa americana». Matthew McConaughey. Otro de los actores que han protagonizado las transformaciones más asombrosas es Matthew McConaughey. El actor perdió 20 kilos para interpretar a un enfermo de sida en «Dallas Buyers Club», totalmente distinto a lo que nos tenía acostumbrados con su físico cincelado en el gimnasio, como en «Magic Mike». Adam Driver. Otro actor que nos sorprendió con una disparatada pérdida de peso fue Adam Driver mientras se preparaba para trabajar con Martin Scorsese en «Silencio»: «Nos pidió que perdiéramos peso». Dicho y hecho, casi 25 kilos es lo que perdió el actor. Jared Leto. Otro actor que engordó para un papel y dejó al mundo con la boca abierta. El tradicionalmente livano Jared Leto subió 30 kilos su peso para encarnar a Mark David Chapman, el asesino de John Lennon. La comidilla tras la trastienda de la película «Chapter 27» es que Leto, en ocasiones, necesitaba moverse en silla de ruedas ante un desfase de volumen tan considerable. Pero su cambio más sorprendente lo vimos en «Dallas Buyers Club» cuando adelgazó casi 14 kilos y se pintó las uñas de rosa. Matt Damon. Matt Damon siempre ha estado muy en forma. Incluso antes de involucrarse en películas como las de la saga Bourne. Nada que ver con «El soplón», cinta de Steven Soderbergh donde encarna al vicepresidente de una compañía que acaba colaborando con el FBI para destapar los manejos de la empresa. Casi 15 kilos engordó Damon a base de hamburguesas, pizza y cerveza. Sí, aseguró que se divertió mucho en el proceso. Russell Crowe. 116 kilos marcaba la báscula cuando Russell Crowe decidió que había ganado el peso suficiente para la película «Red de mentiras», dirigida por Ridley Scott. Actor y director juzgaron adecuado que ofreciera una imagen voluminosa para encarnar a un empleado de la CIA. Una imagen que contrastaba poderosamente con la que Crowe había lucido en «Gladiator». Renée Zellweger. Para encarnar a la protagonista de «El diario de Bridget Jones», Renée Zellweger tuvo que engordar para resultar creíble como Bridget, siempre atribulada por la báscula pero dispuesta a consumir una tarrina de helado. La ctriz subió más de 10 kilos y repitió operación para la secuela del film. Charlize Theron. Una de las mujeres más atractivas de Hollywood aceptó el reto de subir una docena de kilos para interpretar el papel que le supondría un Oscar; el resto, lo hicieron el maquillaje y su interpretación, basada en una persona real, de una prostituta que se convierte en asesina en serie. A la Academia no le pasó desapercibido el arriesgado salto de Theron, dispuesta a dar un volantazo en su carrera y apostar fuerte por una película dura y compleja como lo es «Monster». Antonio de la Torre. El actor español podría reclamar el récord del mayor número de kilos adquiridos para una película: 33 se «echó encima» en «Gordos», título que deja poco lugar a la duda. De la Torre pasó de 69 kilos, a los que había descendido previamente, hasta los 102 con los que mostró un físico rotundo en la cinta. Este esfuerzo le supuso una nominación al Goya.
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