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Daniel Sánchez Arévalo: «Ahora mismo no se puede levantar una película sin el apoyo de una cadena de televisión»

El director de «Primos» y «La gran familia española» analiza la situación de la industria. «Creo que es el año con mejor cosecha del cine español en décadas», asegura

Daniel Sánchez Arévalo IGNACIO GIL
Fernando Muñoz

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Si la obra es el reflejo del autor, Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 1970) se ha descargado en sus cuatro largos y casi 20 cortometrajes. En la distancia corta demuestra lo que destilan sus trabajos: sensibilidad, inteligencia y dominio del mundo que le rodea. Un ejemplo: cuando detiene la entrevista para servirse un té, prepara para su popular perrita «Brigi» un pequeño tazón de agua. Son poco más de las diez de la mañana y por delante le queda una larga jornada de entrevistas.

P: Comenzó su carrera en el mundo de los cortos con «¡Gol!», que ganó el NotodoFilmFest. Este año usted será el presidente del jurado. ¿Cómo ha vivido este cambio?

R: A mí el festival me puso en el mapa. A partir de ahí, con mi segundo corto [ Exprés, véalo en FIBABC ], que acabó nominado al Goya, me pusieron en el punto de mira de productores. Como que empecé a existir y de repente tenías una tarjeta de visita para ir a visitar a gente, me surgieron bastantes ofertas de curro… Pero sobre todo para mí el festival sirvió para crear una comunidad de cineastas… Yo me hice íntimo amigo allí de Cobeaga, de Nacho Vigalondo, de Rodrigo Cortés … Y al final crea una comunidad en la cual todos tenemos las mismas inquietudes y acabamos colaborando todos en los cortos de los demás, y te sientes como arropado.

P: ¿Algo así como un movimiento generacional?

R. Sí. Cuando comienzas además estás muy solo, no sabes muy bien por dónde tirar. Y esa sensación… Nosotros teníamos un foro, el foro no oficial de NotodoFilmFest.

P: ¿Lo crearon ustedes?

R: No lo creamos, ya tenía una actividad. Pero los seguíamos usando después del festival. De hecho, el nick de Borja Cobeaga era «tatiquieti», y yo en el móvil lo sigo teniendo como «tatiquieti». El de Nacho Vigalondo era «frankenheinekken». El mío era «cochi», de cochinilla (Risas).

P: Se me ocurren muchas preguntas al respecto que no sé si es mejor no hacer...

R: De hecho, Vigalondo todavía me dice «¿qué pasa cochi?» (Risas).

P: Dice que el mundo del corto le ha abierto las puertas, le ha ayudado a crear comunidad con su generación, ¿qué diferencias hay para usted a la hora de rodar un corto que un largometraje?

R: Vengo de rodar un corto que se llama « Queimofobia » que ganó en la Seminci de Valladolid y yo he puesto el mismo empeño, corazón, esfuerzo y entrega que con cualquier largometraje. Para mí tiene algo: es como si me reencontrara con una parte de mí que, cuando haces largo, a lo mejor no está. Tiene que ver mucho con la libertad. Tiene que ver con hacer lo que quieres y te sale de las entrañas. Yo soy muy afortunado, yo hago mis películas, escribo mis guiones, me dejan contar mis historias, pero siempre cuando haces un largometraje hay muchos poderes fácticos. Hay mucha gente a la que rendir cuentas, mucho dinero en juego. En un corto tú te lo guisas, tú te lo comes. Y yo siempre he dicho: «Lo único que nunca haría sería hipotecarme para hacer un corto».

P: ¿Y para una película sí?

R. Para una película… bueno, creo que tampoco, ¿eh? No lo he hecho nunca.

P: Ahora mismo, el ICAA tienen cerca de un millón de euros de ayudas al corto bloqueados. Sin este acceso, ¿qué importancia tienen los festivales para los autores?

No hay que dejar que la falta de presupuesto te limite. No hay que dejarse arrugar por las carencias; al revés, hay que hacer de la carencia, virtud

R. No hay que dejar que la falta de presupuesto te limite. No hay que dejarse arrugar por las carencias; al revés, hay que hacer de la carencia, virtud. Por eso decía que nunca he estado muy a favor de hipotecarse, de pedirle dinero a tus padres, amigos… Hay que intentar hacer las películas con lo que uno tiene a mano. Mi primer corto, «¡Gol!», lo rodé en mi casa con dos actores y ya está. Y «Exprés», que fue en el siguiente año, lo rodé en el cuarto piso de mi edificio porque estaba vacío y el portero nos dejó colarnos. El Notodofilmfest o cualquier festival son los que nos dan voz, sitio y lugar en el mundo. Creo que siempre hemos gozado en España de un circuito de cortometrajes maravilloso.

P: ¿Y es rentable el mundo del corto?

R: Ahora ya no tanto por los tiempos que corren y la crisis, pero si un corto te va bien, puede ser bastante rentable. No puedes depender de eso como fuente de ingresos, pero a mí me ayudó mucho. Por ejemplo yo, el dinero que gané el primer año, lo invertí para hacer el siguiente corto y bueno, así he hecho casi 20 cortos.

P: La relación del cine de grandes producciones con internet siempre fue complicada y, sin embargo, con el cortometraje es diferente. Se retroalimentan. ¿Cómo es su relación con el mundo de internet?

R: Yo creo que ahora mismo es la gran ventaja. Recuerdo cuando arrancábamos: comprimir un corto de 3 minutos y medio era un mundo, era un universo; teníamos que dar cursos, tutoriales... y ahora haces así (chasquido) y tienes una calidad increíble. Internet ha sido una plataforma maravillosa de difusión. Probablemente esté empezando ya a surgir con las películas, con las series de televisión… La series ya se ven más en internet, en plataforma de internet, que en la tele como plataforma propiamente dicha. Hay que asumirlo y no intentar verlo como algo negativo. Yo siempre defenderé las salas de cine, pero hay que entender que a la gente joven eso ya no le parece una forma de consumo, pero siguen queriendo ver películas.

P: ¿Te ha ofrecido algo Netflix o HBO, que contarán con producción propia en España?

R: ¡Ojalá! (Risas) Me encantaría. Sobre todo porque yo creo que lo que están haciendo conlleva dosis de respetar el espacio del creador y dar libertad para crear un contenido que realmente hable por ti. Y yo creo que eso también va a revolucionar mucho el mundo de la ficción televisiva en España.

P: ¿Y la relación con las cadenas? Porque parece que las grandes producciones en España, si no parten de un canal de televisión, es imposible que salgan adelante.

«Yo iba a rodar una peli con Atresmedia y al final decidí que no, y no hubo ninguna movida. Me dijeron 'pues nada Dani, la próxima nos la traes'»

R: Sí, bueno, yo creo que son compañeros de viaje. Ahora mismo no se puede levantar una película sin el apoyo de una cadena de televisión. Al final no hay que verlo como algo por lo que hay que pasar, sino como compañeros de viaje y coproductores.

P: ¿Presionan mucho a la hora de hacer un proyecto?

R: A mí por suerte, que las tres primeras fueron TVE y la última con Atresmedia, me han dado siempre mucha libertad. Yo iba a rodar una peli con Atresmedia y al final decidí que no, y no hubo ninguna movida. Me dijeron 'pues nada Dani, la próxima nos la traes' y ya está. Yo me siento bastante afortunado.

P: El Gobierno se plantea crear una Fiscalía antipiratería. ¿Le parece una solución?

R: No se muy bien en qué consistiría esa Fiscalía, la verdad… En cualquier caso, todo lo que tenga que ver con no ir directamente a por el consumidor, sino a quienes suben el contenido y se benefician de ello. Y luego también el concienciar. Yo creo que la gente no tiene conciencia de que eso está mal. Entienden que eso está ahí, como está en la web, está a un click, pues oye… A mis propios sobrinos me costó convencerlos de no hacerlo.

P: Y como autor, ¿cómo les trata Netflix y estas plataformas? ¿Paga bien en derechos de autor?

R: Ya te contaremos (Risas). Yo tengo dos pelis, «Primos» y «La gran familia española». No sé cómo funciona, la verdad, si pagan derechos de autor o no...

P: ¿Qué esperas del nuevo director del ICAA como creador?

Del nuevo secretario de Estado de Cultura tenemos buenas referencias. Lo que necesitamos es gente que confíe en nuestro cine

R: No le conozco mucho. Del nuevo secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, tenemos buenas referencias. Lo que necesitamos es gente que confíe en nuestro cine, que luche por nuestro cine y que le guste el cine español. Porque yo tenía un poco sensación de que a veces los que estaban a cargo de Cultura… He notado cierta falta de atención y de cariño, como cuando deciden bajar el IVA a todas las artes menos al cine. ¿Pero por qué, qué hemos hecho? Y al final creo que se trata de que todos sabemos que tenemos que apretarnos el cinturón, que es un momento de escasez y de carencias, pero también necesitamos de vez en cuando una palmadita en la espalda.

P: La Academia a ti te ha tratado siempre bien, ¿cómo te ves tu relación con los compañeros?

R: Sí, sí, no me puedo quejar... La primera película tuvo seis nominaciones, y ganamos tres. Para mí eso fue como un gran abrazo de bienvenida a la industria y sí, la verdad es que yo sería el último que se podría quejar.

P: ¿Qué películas son tus favoritas para los Goya?

«Es el año con mejor cosecha del cine español en décadas»

R: Creo que es el año con mejor cosecha del cine español en décadas. Creo que hay una decena de películas maravillosas. Mis favoritas son «Que dios nos perdone», la de Raúl Arévalo «Tarde para la ira», «El hombre las mil caras»… La de Bayona también me maravilla… Está la de Isaki Lacuesta... Está «El olivo», «Kiki»... ¡También está «Julieta», la de Almodóvar!... Es cine sin complejos. No dejarte vencer por las carencias. Por ejemplo, Raúl se ha sacado una ópera prima con esa garra, que le sale tan de las entrañas.

P: ¿Y «La Reina de España»?

R: No la he visto todavía.

P. ¿La crisis ha quitado los complejos al cine?

R. Eso pasó un poco con el cine argentino en su momento: hicieron de la carencia virtud, de la ausencia de medios películas acojonantes muy pegadas al tiempo que estaban viviendo, llenas de garra y de fuerza. Yo creo que eso también nos ha ocurrido a nosotros, que a pesar de los pesares y de la crisis y de lo difícil que está todo, pues de repente han salido cosas increíbles y maravillosas.

P. ¿Crees que hay cierto sector del público encasillado en la crítica porque sí al cine español?

R. Siempre hay esa cosa de que... bueno, esta acción [Contra Fernando Trueba] ha sido medio boicot que me parece muy absurdo y muy ridículo. Además, sinceramente, no creo que haya sido la razón por la que la película no haya ido bien... Es porque la gente en general no va al cine… Películas como «Que dios nos perdone» lleva recaudado menos de un millón y medio y me parece inconcebible que no sea una película que la gente haya acudido a verla en masa.

P. Has trabajado también en publicidad. ¿Cómo es eso de «vender tu alma a la marca»?

R. Yo creo que no, no he sentido que me venda. Se trata de aportar algo. Yo he entrado al mundo de la publicidad, pero no a hacer cualquier cosa, sino porque me ha gustado. Cuando yo he dicho que sí a un proyecto es porque pienso que puedo aportar algo de mi visión personal, y al final es una experiencia que me ha ayudado mucho a quitarme ciertos miedos. Al trabajar con tantos equipos diferentes, en producciones diferentes y con gente que no conoces me ha hecho madurar mucho. Ponerte a contar historias que no has parido tú me ha hecho crecer mucho.

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