Los casos de Victoria
El infierno de la modernidad
Justine Triet dirige la historia de una mujer «inocente» acosada por la deriva de la sociedad
No siempre se necesita el drama para contar algo serio. A veces, la comedia ofrece una mirada más descarnada de la triste realidad, logrando abordar temas tan profundos como los que asolan a la sociedad moderna. «Quería hacer una especie de sátira» , cuenta a ABC Justine Triet, directora de «Los casos de Victoria».
La ansiedad o la violencia de género se fusionan con el sarcasmo en este filme, que huye del tono formal para «mostrar la deriva de nuestras vidas». Con elementos disparatados, como las citas de la protagonista o los testigos del juicio, un perro y un mono, la realizadora gala quería « llevar la película hacia lo burlesco , subrayando que esa clase de locuras existen y le pueden pasar a una persona corriente».
Interpretada por Virginie Efira, Victoria es una abogada que intenta compensar sus carencias personales con su profesión, pero termina a la deriva, mezclando sus dos vidas. «Para ella, los hombres que la rodean son figuras corruptas y hacen que se sienta asqueada y no pueda mantener relaciones sexuales», explica Triet, que optó por una mujer para «desestigmatizar los personajes femeninos, que pocas veces son complejos» .
Acosada por su entorno, «como un personaje de Alfred Hitchcock» , la protagonista busca consuelo en citas por internet a las que le cuenta sus penas, se desahoga con una vidente y huye del típico final feliz de las comedias románticas enamorándose del príncipe más inesperado, «un personaje muy poco viril, casi asexuado e inocente, que la hace despertar». «Quería mostrar a una mujer inocente en una situación infernal», concluye la directora francesa.
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