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Cartelera Fiesta del Cine

Las diez mejores películas para disfrutar en la Fiesta del Cine

«Z. La ciudad perdida» para los más aventureros; «Guardianes de la galaxia Vol. 2» para los amantes de Marvel; «El bebé jefazo» para los más familiares o «Lady Macbeth» para los cinéfilos... Propuestas para todos los gustos

Películas para ver en la Fiesta del Cine

ABC Play

1

Z. La ciudad perdida en la Fiesta del Cine

Z. La ciudad perdida (***)

La historia real del coronel Percival Harrison Fawcett , explorador británico, cartógrafo y obsesionado con la leyenda de la ciudad perdida en la selva amazónica que él llamaba Z y que se conoce como El Dorado, encuentra en un director como James Gray un equilibrio perfecto entre el cine de aventuras, la fascinación poética y descriptiva y la crónica humana y familiar de un hombre que sacrificó sus relaciones (en especial las paternofiliales ) detrás de una quimera. James Gray es un cineasta de enorme envergadura y músculo, tanto en el trato de los sentimientos («Two lovers») como en el suspense y en la maquinación argumental («La noche es nuestra») y trama aquí una ficción sobre la trayectoria biográfica del personaje con el aroma romántico del relato epistolar , subrayando con igual intensidad la presencia del explorador en ese mundo hostil e hipnótico y la ausencia en su territorio familiar, junto a su mujer y sus hijos. La película acentúa su doble sacrificio: estar donde nadie iría y no estar donde cualquiera estaría. Ése es el personaje.

James Gray evita también el doble «peligro» que pide esta historia: se aleja del encanto peliculero de Indiana Jones y regatea el síndrome Lope de Aguirre: no hay espectáculo ni locura en la empresa de Percy Fawcett, sino curiosidad intelectual y ambición científica. También hay una extraña ambición en Gray al abarcar todas las expediciones que hizo Fawcett al inexplorado mundo amazónico, con grandes bloques y grandes elipsis que «arrugan» todos los años dedicados por este hombre a su idea de encontrar una civilización avanzada en los confines de la selva, mientras que su familia vivía y crecía a los márgenes de su epopeya. Probablemente hubiera sido más «cinematográfico» centrarse en cualquiera de esas expediciones, pero no estaría en ella toda la complejidad del personaje.

Filmada, narrada e interpretada con enorme elegancia , con el mismo olfato para encontrar el suspense, la reflexión, la admiración, la reconciliación y la incógnita, y con ese atractivo elogio al rastreo de las ciudades y las causas perdidas.

Crítica de Oti. R. Marchante .

2

Guardianes de la Galaxia en la Fiesta del cine

Guardianes de la Galaxia Vol. 2 (***)

Estamos tan bombardeados por películas del universo Marvel y demás marcas de cómics que ya hasta los más reticentes sabemos distinguir variantes más allá de la tónica dominante (y lo que nos queda), la «peli de superhéroes»: «Logan» molaba por su tono grave, «Deadpool» por lo contrario, etc. Y «Guardianes de la Galaxia» en su primera entrega era quizá de entre todas ellas la más divertida e irrespetuosa, una bendición ante tanto Batman neurótico , tanto ultrahéroe sin sentido del humor, al contar la improbable formación de una pandilla basura de primer orden.

Este «volumen 2» anuncia desde su brillante secuencia inicial su intención de seguir por el mismo camino: la pandilla se enfrenta a un monstruo cósmico que no hubiera imaginado Lovecraft, mientras que uno de ellos aprovecha para… echarse un bailecito. Hay unos cuantos chistes más a la altura y, en general, la idea de que la vigilancia de la galaxia esté en manos de semejantes cachondos no resulta especialmente preocupante, aunque la película se guarde de caer en la caricatura , en donde todo vale y nada tiene valor.

Un par de secuencias de combate, obligadas pero cansinas por esa necesidad de sobredosis de épica y pirotecnia que exige el género, hacen que la narración baje la guardia en lo que tiene de más prometedor: la relación entre Chris Pratt y la estupenda Zoe Saldana, o entre esta y una hermana biónica que no le conocíamos. Groot, por su parte, evoluciona poco (es lo que tiene ser un esqueje) y el mazas de Drax se lleva el gato al agua.

Hay incluso una escena final emotiva de primer orden , que tira de Cat Stevens para redimirse de otros usos más frívolos de la «spoti»cinta del protagonista. La pena es que en realidad no se avanza demasiado sobre lo ya planteado en el volumen 1 y no se logre escapar del síndrome de la secuela que no sacia…

Crítica de Antonio Weinrichter

3

Bebé Jefazo en la Fiesta del Cine

«El bebé jefazo»: El cachorro de Wall Street

La ambición es una de esas cualidades que han estado siempre ligadas al séptimo arte. De la ambición rubia (Marilyn Monroe y todas las imitadoras que, con mayor o menor gloria, continuaron al primer gran mito femenino y universal del cine) hasta las películas recientes donde lo único rubio era el oro que sus protagonistas ansiaban acumular. Desde «El lobo de Wall Street», con Leonardo DiCaprio haciendo lo inimaginable para ascender en la escala social hasta más recientemente «Gold, la gran estafa», de Matthew McConaughey. Pero si a alguien se parece el pequeño bribón que protagoniza «El bebé jefazo», el estreno infantil de esta Semana Santa, es al oscarizado Michael Douglas de «Wall Street». Quizá la comparación sea excesiva, y este bebé de actitudes dignas de empresario de segunda categoría como los que aparecían en «El aprendiz», aquel programa televisivo de Donald Trump, no sea más que un bebé de gran imaginación. De una forma u otra, la única «realidad» es que tanto el nuevo miembro de la casa como Tim, su hermano de siete años, tendrán que dejar a un lado sus diferencias para «trabajar» juntos.

«El bebé jefazo» está inspirado en un libro homónimo que ha sido un superventas en Estados Unidos. Se trata, por tanto, de una comedia familiar con dos puntos clave: por un lado, el «odio» que el hermano mayor siente por el bebé y, por otro, la misión que ambos deben emprender para que todo siga el orden natural de las cosas. Claro que hay un factor que hasta aquí pasaba desapercibido:¿Qué pasa con los padres de estos dos pequeños héroes?

La unión de la sangre

«Mi hermano y yo estábamos muy unidos en nuestra infancia, aunque también nos pegábamos como todos los hermanos. Pero a medida que crecíamos, cada uno se convertía en el mejor amigo del otro. Para mí, la película es un homenaje de amor a él», explicó el director de la cinta, Tom McGrath, en la presentación del filme. «Al guionista, Michael McCullers, y a mí nos entusiasmó la metáfora central del libro: qué ocurre cuando llega un bebé y se apodera de tu casa», rememoraba el cineasta, experto en forjar taquillazos infantiles tras dirigir las tres entregas de «Madagascar» y «Megamind».

Como viene siendo habitual en las grandes entregas de animación, las voces de los protagonistas las prestan nombres importantes de Hollywood. En este caso Alec Baldwin ha interpretado al protagonista, acompañado de Steve Buscemi, que hace de malo malísimo (sí, incluso en la animación es el antihéroe) junto a Jimmy Kimmel y Lisa Kudrow, que dan vida a los padres. Todo ello bajo la voz en off de Tobey Maguire. «Tenemos una hija de tres años y antes del nacimiento de mi hijo ella era la reina de la casa. Entonces llegó él. En aquel momento, mi hija tenía dos años. Se quedaba mirando a su hermano como si pensara: “Algo va a cambiar aquí...” Cuando, por fin, le dio un beso, todos rompimos a llorar», explicaba Alec Baldwin en la presentación de los productores.

4

Lady Macbeth en la Fiesta del Cine

Lady Macbeth (****): Una pasión insuperable

Conviene aclarar que esta lady no es la reina escocesa de Shakespeare sino la (anti)heroína de una novela rusa de Leskov que Shostakovich convirtió en ópera y el polaco Wajda adaptó al cine hace ya medio siglo.

Esta versión se ambienta en la Inglaterra del siglo XIX, lo que puede inducir a confusión, y en cierto sentido ambas ladies se parecen en su ferocidad, pero ahí acaba la conexión . Lo que importa es que esta ópera prima de un director teatral con una joven actriz que debuta como protagonista -doble revelación-, es algo muy parecido a una pieza maestra.

Es sobre todo un modelo de cómo abordar el siempre delicado género histórico : la puesta en escena es de un despojamiento y una modernidad absolutos, los actores evitan el modo «en escorzo» (o perfil grandilocuente) que muchos utilizan para hacer (de) época. El trabajo de Florence Pugh, por ejemplo, está más allá de cualquier calificativo que se nos pueda ocurrir: su conversión de feliz novicia a esposa frustrada, de amante apasionada a mujer cósmicamente despechada resulta un proceso absolutamente hipnótico de contemplar, el primer plano debió inventarse para esto. A la lectura feminista (como la reciente versión de «Madame Bovary» que ya reseñamos aquí) de la peripecia de la infeliz lady se añade un componente racial que sorprende en el codificado género inglés del heritage cinema que esta película desmonta con precisa minuciosidad.

5

Your Name en la Fiesta del Cine

Your Name: Intercambio de sueños

Insólita conjugación del verbo soñar y mágico ejercicio de manipulación del espacio, el tiempo y el espíritu en esta delicadísima historia de animación tan romántica y emotiva que desconcierta. El director, Makoto Shinkai , no solo es un maestro del cine animado, sino que lo es también, y muy profundamente, del territorio sentimental, y títulos anteriores suyos como «El jardín de las palabras», «Viaje a Agartha» o la sutilísima «5 centímetros por segundo» evocan una idea de relaciones y experiencias románticas más allá del tópico.

Aquí se narra la hermosa historia de Taki y Mitsuha, ella vive en un pueblo y él en Tokio, son de la misma edad y no se conocen, pero descubren que se intercambian los cuerpos durante el sueño nocturno… Ese intercambio de cuerpos (algo ya muy visto en cine) no es la masa argumental de la película, es su levadura para que suba el horneado de lo romántico , que tiene un maravilloso eco de «Ojos de perro azul», ese cuento fantástico de García Márquez que sublima el sueño como continente del amor entre dos personas.

La película, profundamente adulta y absolutamente recomendable para el mundo infantil, entretiene afilando el vínculo entre esos dos adolescentes y en los equívocos de verse encerrados en el cuerpo del otro, y trata con exquisita pulcritud y suave humor la indefinición y sorpresa sexual propia de la adolescencia , y alimenta la intriga con la inminente llegada de un cometa que puede alterar su rumbo y la vida delos protagonistas.

Si uno acepta el bucle espacial que une a dos almas que comparten e intercambian identidad, casi espera el efecto de algún bucle temporal que le añada pliegues y lecturas a la historia, que se aproxima cada vez más a uno (como el cometa) gracias a la sencillez y brillantez del dibujo y a la emoción de los personajes. No hay un aparente alarde técnico (puro frescor del rostro recién lavado), pero sí lo hay en lo afectivo y pasional, en lo intangible, que desemboca en uno de esos instantes de cine grande: «¿Nos conocemos?» .

Crítica de Oti Rodríguez Marchante

6

Life (Vida) en la Fiesta del Cine

Life (Vida): El marciano okupa

Cualquier cinéfilo se desenvuelve ya en una Estación Espacial con la misma campechanía que un funcionario en su mesa de oficina, y esta película contiene tantas referencias cinéfilas al respecto que hasta lo muy previsto intensifica la angustia . Lo esencial no es criticar lo que tiene de fotocopia (mayormente de «Alien»), sino verificar o compulsar que su fórmula funciona, es decir, si su historia de terror en el interior de una gran nave espacial produce la tensión, el entretenimiento y el mal rollo que espera el espectador.

El director Daniel Espinosa encuentra , sin salirse de la linde, el ritmo adecuado para que pasen un mal rato aquellos que han ido a buscarlo, y narra una historia de arranque fascinante cuando a la nave llega, en una cápsula de Marte, la primera evidencia de vida allí, una triste célula inmóvil que solo puede ser vista al microscopio. No es difícil adivinar que aquello va a enseñar los dientes en cuanto tenga ocasión, y Espinosa dosifica con pericia los ingredientes de fascinación y terror , utilizando los espacios interiores de la nave para disfrute y sinaliento del personal. Los personajes son clichés, pero benditos sean, porque apenas entorpecen con rebuscamientos de carácter ni con simpatías emocionales aquellos que obviamente son pasto para el bicho. Buena película para pasarlo mal y pasarlo bien.

Crítica de Oti R. Marchante.

7

Nieve Negra en la Fiesta del Cine

Nieve negra: Resentimiento de culpa

Martín Hodara y Ricardo Darín , que dirigieron juntos “La señal” , unen de nuevo sus respectivos talentos para contar una historia familiar embarrada de pasado turbio y situada en un presente de “thriller” patagónico fío y desolado. El encuentro indeseado de dos hermanos, Sbaraglia y Darín , desmigaja la trama en dos tiempos: continuos “flashback” aclaran con cierta truculencia los sucesos (muerte, culpa, sacrificio, resentimiento, horror…) que dan pie a un presente de color negro.

La estructura de la película es sencilla, quizá demasiado, pues alterna el duelo callado entre hermanos con las calculadas píldoras explicativas de lo que ocurrió, y subraya con algo de impudor el carácter anacoreta y potencialmente violento del hermano mayor, un Darín barbado y hosco, y el perfil interesado del menor que sí busca futuro (tiene una mujer y un hijo en camino) y la venta de unas tierras endemoniadas de su propiedad.

No es difícil dejarse llevar por la narración cómoda y sus guiños de intriga, pero tampoco es difícil pillarle la arbitrariedad al guión y los caprichosos cambios de punto de vista, lo cual se transforma en un film entretenido pero insostenible. Y en ese previsto duelo de actores se cuela como con una ganzúa la joven Laia Costa, que le da profundidad y consistencia a una historia llena de agujeros y maldades.

Crítica de Oti R. Marchante.

8

Un golpe con estilo en la Fiesta del Cine

Un golpe con estilo: Plato combinado con ingredientes de lujo

Ver juntos a Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin vale el precio de la entrada. Con esta premisa ventajista, Zach Bragg (lo mejor de su currículum es la serie "Scrubbs" en televisión) se deja mecer por las convenciones de uno o dos géneros. Por este título es imposible saber si tiene personalidad o incluso si es un robot. En "Un golpe con estilo" combina el cine supuestamente social y los atracos teóricamente perfectos . Por supuesto, sus provectos ladrones distan de una ejecución idónea tanto como las tesis de la película del cine de Capra. Como esto es una comedia, todavía no saltan las alarmas. Castigados por las injusticias del sistema -no es necesario que aparezca Trump- los tres tenores deciden recuperar lo que es suyo por la vía más directa, cambiando la burocracia por las armas, aunque sean de fogueo.

El guión de Theodore Melfi , conocido sobre todo por "Figuras ocultas" , cuyo punto débil también era la falta de originalidad, acierta en algo tan importante como el desenlace. También tiene algún instante hilarante -Kenan Thompson se los zampa casi todos- pero su gran fallo, además del esquemático desarrollo, es el dibujo de personajes. Entre Melfi y Bragg descuidan la profundidad de sus protagonistas, no digamos del resto (de Matt Dillon y Cristopher Lloyd a leyendas como Anne-Margret, resucitada), confiados en el carisma de los intérpretes.

Por supuesto, semejante dejación es un error. Cabe matizar si impide disfrutar de una película de verdad brillante o si convierte el conjunto en un desastre insalvable.

Crítica de Federico Marín Bellón.

9

Stefan Zweig en la Fiesta del Cine

Stefan Zweig: Adiós a Europa: El último refugio

Mis padres tenían unos cuantos libros del «paisano» Stefan Zweig, libros de cuentos y biografías históricas, aunque no la novelita por la que le conocen los cinéfilos, «Carta de una desconocida» .

Luego comprobé que el escritor austriaco no estaba muy de moda, aunque ahora parece haber renacido gracias sobre todo a su estupenda autobiografía, una inmejorable recreación personal de una idea de Europa , como república de las artes y las letras, que sucumbió con los dictadores del siglo XX . Ese saber previo sobre Zweig es algo que el espectador debe traerse puesto, porque la directora lo da por sabido y se limita a presentar, en media docena de bloques, otros tantos episodios del exilio americano de Zweig.

Agasajado por sus diversos anfitriones (propiciando escenas similares a las de la reciente «Un ciudadano ilustre») y agobiado por peticiones de auxilio de otros judíos para escapar al exterminio, el escritor comprueba que la distancia no basta para apagar el fragor de la barbarie de la que ha escapado : le sigue doliendo Europ a .

Nunca le vemos relajado o feliz, ni dispuesto a convertirse en profeta de un antinazismo que evidentemente profesa. La película es fragmentaria, apenas una sucesión de sketches que definen la condición de exiliado de manera casi impresionista; y hay episodios (como el neoyorquino) mejores que otros. Su mejor virtud es escapar de los tópicos del biopic y, quizá, remitir a la lectura de la mencionada autobiografía del protagonista.

Crítica de Antonio Weinrichter.

10

Plan de Fuga en la Fiesta del Cine

Plan de fuga: «Zriller» castizo y potente

Diez años de reloj ha tardado Iñaki Dorronsoro en completar su segundo largo, y eso que acertó en el primer golpe con «La distancia». Quizá se tomó el título demasiado a pecho. «Plan de fuga» confirma su gusto por el cine negro y los argumentos «poco españoles», aunque el tópico es cada vez más injusto . En la cinta, un atracador profesional (Alain Hernández) ficha por una banda de malhechores con acentos del Este, que quieren dar el golpe del siglo en una cámara acorazada digna del cine caro. Las costuras podrían saltar por cualquier lado, pero resisten y solo se deshilachan un poco por la limitada longitud del reparto.

Por supuesto, para dar un buen golpe es imprescindible contar con un plan brillante . Después de un par de fintas, Dorronsoro desvela el suyo, apoyado en los preceptivos giros de guión, que le salen de manual. Se nota que el director y guionista ha vuelto a estudiar a fondo el género, aunque el cine de grandes robos es tan agradecido como impermeable a las grandes sorpresas.

El mecanismo apenas chirría, ni siquiera cuando lo engrasa con el factor humano , quizá por donde más se le escapa el aire al protagonista en su triple relación con Javier Gutiérrez, Alba Galocha e Itziar Atienza, una actriz a la que el cine casi siempre le debe más minutos. Los personajes, por lo demás, están dibujados con esmero y encuentran en Hernández y Gutiérrez a los rostros y cuerpos adecuados. El segundo incluso chapotea en su yonki, de pura satisfacción interpretativa. Luis Tosar, por su parte, no ha perdido la dura mirada todoterreno, mientras que la joven Alba Galocha ha destacado lo suficiente para dar el salto internacional (no es una predicción de gurú; cualquiera lo puede leer en IMdB). Quizá sería más divertido, o sorprendente, verlos con los papeles cambiados, pero seguramente resultaría un desastre.

Crítica de Federico Marín Bellón.

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