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ABC Cultural

Un don excepcional (***): Niña prodigio

Sin trampas ni golpes bajos opta por un camino más gris, real como la vida misma y lleno de sentimientos (todos los personajes rebosan), lo que puede ser una virtud para el realismo, aunque quizá no tanto para el espectáculo dramático

Fotograma de Un don excepcional

ANTONIO WEINRICHTER

El problema de criar un niño prodigio es que no puedes ocultarle durante demasiado tiempo . Es lo que descubre el protagonista Chris Evans cuando su hijita de siete años llama la atención de una profesora atenta que, con la mejor intención, sugiere que ... la niña debería dejar de perder el tiempo con sumas y restas y entrar en una institución para alumnos especiales: en efecto, la niña tiene no solo una cara angelical (la que le presta McKenna Grace) sino que su infinita capacidad para la matemática la convierte en una mente maravillosa, como el título de aquella oscarizada película sobre otro genio, bastante más conflictivo que esta monada prodigiosa.

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