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ABC Cultural

«Qué Dios nos perdone» (***): un thriller furioso

El cine policíaco no tiene secretos para el espectador, que lleva sus códigos tatuados en el ADN peliculero: un psicópata asesino, una pareja de policías y una investigación criminal sucia y desesperada

OTI RODRÍGUEZ MARCHANTE

El cine policíaco no tiene secretos para el espectador, que lleva sus códigos tatuados en el ADN peliculero : un psicópata asesino, una pareja de policías con una vida personal o familiar tan confortable como un lobanillo en la ingle y una investigación criminal ... sucia, infructuosa, desesperada y agobiante. Sin dejarse atrás los códigos, el talento de Rodrigo Sorogoyen consigue construir un policíaco especial, más duro, más incómodo, más sórdido y cruel, y también más cercano en tiempo y lugar (Madrid, verano de 2011, con el aliño del ambiente 15-M, el turisteo y el peregrinaje por la visita del Papa ).

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