Hazte premium Hazte premium

Me casé con un boludo (**): Comedia de pareja dispareja

Una comedia amable que en ningún caso aspira a hacer catas de profundidad en el alma humana

Valeria Bertucelli y Adrián Suar

ANTONIO WEINRICHTER

Una comedia amable que en ningún caso aspira a hacer catas de profundidad en el alma humana, lo cual agradecerá el espectador que vaya buscando precisamente eso. A saber, reírse un poco de personajes respecto a los que puede sentir una forma de superioridad. Por lo menos no nos hemos casado con un gili, un lelo, un cretino… se nos acaban los sinónimos pero se hacen una idea de lo que le pasa a la pobre Valeria Bertucelli, actriz en fase de aspirante, cuando se deja querer por Adrián Suar, divo de la pantalla que responde al nombre, que ya son ganas, de Fabián Brando.

No sé quién tiene más mérito, si Suar haciendo de boludo, etc., o Bertucelli proyectando inteligencia, sensibilidad y horror y asco en las venas cuando se percata (podríamos llamarlo el efecto Melania, pero no hemos venido a hablar de política) de que se casó con un… No se trata de que repitamos la premisa de la comedia por si no se han enterado bien, es que después de plantear la cosa la trama no avanza demasiado: no hay mucho más que rascar. Podía haber tirado por un lado más negro (cuántas parejas disparejas viven un infierno compartido) o procurar mejores chistes si sólo quería dilatar un final feliz. No es La pícara puritana (¿qué comedia se acerca?) pero los actores casi se hacen perdonar.

[Compra aquí tu entrada para ver la película]

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación