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Moreau y Mastroianni, mejores amigos

La actriz francesa y el actor italiano se conocieron en el rodaje de «La noche» de Michelangelo Antonioni, en 1960. Treinta años más tarde, volvieron a trabajar juntos en «El paso suspendido de la cigüeña», de Theo Angelopoulos

Marcello Mastroianni y Jeanne Moreau en «La noche»
Silvia Nieto

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Se conocieron durante el rodaje de «La noche» de Michelangelo Antonioni , en 1960, y se entendieron bien. Ella había nacido en París en 1928, hija del dueño de un restaurante y de una bailarina; su infancia había transcurrido con modestia, pelando legumbres, lavando vasos y poniendo cubiertos en el negocio familiar; un carácter fuerte, autónomo, se había forjado así en la niña, que se sentía, por su educación, del siglo XIX. Él, de talante más amistoso, bromista, a veces amablemente triste, había nacido en Fontana Liri, un pueblecito del centro de Italia, en 1924; hijo de un carpinetero y de un ama de casa, había conocido, de niño, la pobreza; luego, de joven, la guerra, la violencia, el recuerdo innoble de los partisanos ahorcados. « Es gracioso —explicó Jeanne Moreau en la televisión francesa en 1991, treinta años después de su primer trabajo con Marcello Mastroianni que no tengamos la impresión de habernos separado . Estuvimos muy enamorados».

Con el temperamento difícil de Antonioni, el rodaje de «La noche» fue agotador. El resultado, bueno. Tanto Mastroianni como Moreau pasaban por un momento profesional estupendo. Ambos procedían del mundo del teatro, tabla de salvación a los rigores de su niñez. A él lo había descubierto Luchino Visconti , que lo había formado como actor; a sus órdenes había rodado, en 1957, «Noches blancas» ; Maria Schell , su compañera de reparto, le había caído fatal: le parecía una pedante, con su cháchara sobre música clásica. Luego, la fama le había llegado con «La dolce vita» , de Federico Fellini , en 1960. La película había sido un escándalo. Precisamente, otro había aupado a Moreau: el de «Los amantes» , de Louis Malle , en 1958. A principios de esa década, la actriz había cambiado la Comédie-Française por el cine; a finales, había conocido a François Truffaut : «Generosidad, ardor, complicidad, comprensión de la fragilidad humana, todo eso puede leerse en la pantalla cuando actúa», diría de ella el director, años más tarde.

Coronados por el éxito , ni uno ni otro conocieron la estabilidad . Mastroianni, conservador en el fondo, parecía lamentarlo; Moreau, simplemente, lo asumía como la otra cara de su oficio de actriz. A sus espaldas, ambos dejaron un rosario de amantes: François Truffaut o Jean-Louis Trintignant , en el caso de ella; Anouk Aimée , Faye Dunaway o Catherine Deneuve , en el de él. «Si quiere saber lo que pienso del amor-pasión, debo decepcionarle: lo conozco poco. Algunas veces he creído probarlo, pero vaya a usted a saber si no era mi sufrimiento al haberme sentido rechazado...», confesaba Mastroianni al final de su vida. En 1950, se había casado con Flora Carabella , pero el matrimonio no había funcionado. Moreau, desposada con Jean-Louis Richard , no había tenido más suerte; el conflictivo Jerôme , su hijo, había sido víctima de ese enlace fallido: «Tuve un hijo. No quería tenerlo. Sé que esto choca a muchas mujeres, pero no soy maternal », admitía la actriz, hace cinco años, en una entrevista. En 1971, había firmado el «Manifiesto de las 343» , un documento publicado en la revista «Le Nouvel Observateur» a favor de la despenalización del aborto. Todavía faltaban cuatro años para que Simone Veil lograra su legalización en Francia.

Mastroianni y Moreau perdieron el contacto después de «La noche». Sus caminos no volverían a confluir hasta tres décadas más tarde, cuando el director Theo Angelopoulos los reunió en « El paso suspendido de la cigüeña» . «Fue gracioso, porque encontramos al hombre y la mujer que se habían conocido, y nos vimos cambiados, pero no muy mal (...) Retomamos conversaciones que no habíamos terminado», explicó al respecto la actriz. Ambos, envejecidos, pasearon del brazo en el Festival de Cannes de 1991. Él murió cinco años después, en su casa de París. Ella hizo lo mismo el pasado lunes.

Moreau y Mastroianni en el Festival de Cannes de 1991

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