Suscribete a
ABC Premium

David Gistau

Turistas

En el conglomerado independentista, hablamos de una gente que tiene por sofisticado a Junqueras

David Gistau

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Los ataques a turistas forman parte, en paroxismo violento, de la nostalgia nacionalista de una era tribal e incomunicada, purísima en lo identitario, sagrada de montañas y bostas, hostil con todo viajero que provenga de algún valle colindante puesto que seguro que viene a embarazar ... a nuestras mozas y a embrujarnos con yuyús extraños. En el País Vasco esto provocó, además de asesinatos , hasta un recelo del tren rápido que no se había visto desde los sioux. Concedo valor literario a la posibilidad de que los turistas, según entran en España, se sientan como el Marlow de Conrad en aquel río donde resonaban los tam-tam y cuya ribera estaba decorada con calaveras clavadas en estacas. Ello, a poco que un promotor avispado se diera cuenta, podría sacar la aventura de los parques temáticos y recuperar el sabor bárbaro que tanto sedujo a los viajeros románticos del XIX: sombrero salacot para fotografiar a la tribu Arran corriendo grave riesgo de acabar en su marmita caníbal y con sus sacerdotisas que se dejan fluir por el muslo la sangre menstrual. Que no todo va a ser sangría y corridas de toros de fogueo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia