Suscribete a
ABC Premium

Quercus

El logo de la encina es un autorretrato del marianismo. Un árbol oscuro y sufrido, achaparrado en el paisaje político

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Una encina. Quercus ílex : un árbol recio, corriente, oscuro (ceniciento, decía Machado ), adusto, sufrido. El árbol común de la España profunda: ése es, pasado por un retoque estilizado de diseño azul y como diamantino, el nuevo ideograma del marianismo. Así se ve ... o se quiere ver el PP a sí mismo , arraigado al terreno, resistente, adaptadizo, aunque sin esbeltez ni gracia, monótono, agrario, anodino. Hay una manifiesta confesión de parte en la elección del nuevo símbolo, un reconocimiento sobrentendido de que en las virtudes que resalta están implícitos también los defectos del veterano partido. Una organización que se sabe parte del paisaje político, implantada en todo el territorio y dotada de un sentido de resistencia superlativo, pero carente de encanto, de carisma y de hechizo. Un valor estable, clásico, consistente, equilibrado y al mismo tiempo rutinario , convencional y sin brillo. Eso representa el nuevo logotipo: la autoafirmación, en tiempos de zozobra, de una identidad orgullosa de su conservadurismo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia