¡No deroguemos la jornada de reflexión!

Los independentistas lograron una cómoda mayoría para gobernar, pero con el 47,5 por ciento de los votos pueden gobernar legítimamente, pero no proclamar la independencia

21/12/2017
Actualizado a las 23:43h.

Fue un muy mal día para el constitucionalismo a pesar de la notable mejora en número de votos. La suma de Ciudadanos, Socialistas y Populares incrementó sus sufragios en cuatro puntos y medio mientras que los independentistas perdieron unas décimas de punto. Pero la pérdida fue de la CUP, porque los antiguos miembros de Juntos por el Sí mejoraron por separado -espectacularmente- el resultado que habían obtenido Unidos. Es decir, los independentistas lograron una cómoda mayoría para gobernar, pero con el 47,5 por ciento de los votos pueden gobernar legítimamente, pero no proclamar la independencia. Ese tipo de acto requiere en cualquier democracia una mayoría cualificada. En Cataluña son minoría. Y el espectacular porcentaje de participación no ha alterado sustancialmente el resultado de las elecciones.

A partir de ahí, no aceptemos trampas dialécticas. La delincuencia no se legitima en las urnas. Se puede apoyar a quien tiene cuentas pendientes con la justicia, pero eso no exime a nadie de cumplir el código civil, el penal, ni ninguna ley. El señor Puigdemont y el que fuera su Gobierno sigue teniendo las mismas cuentas pendientes con la justicia. Y hay que exigir al presidente del Gobierno y al fiscal general del Estado que no interfieran de ninguna manera con la accion que ya está en marcha en los tribunales.

El 22 de diciembre va a ser un día muy interesante para todos al margen del bombo de la lotería. Los catalanes van a descubrir que se parecen a los británicos más de lo que nunca imaginaron. Ahora que tantos dicen que no es necesario mantener esta vieja ley electoral en la que hay una jornada de reflexión la víspera de las elecciones, los catalanes, como los británicos el día que votaron salir de de Europa, van a descubrir que tiene mucho sobre lo que no han reflexionado lo suficiente. Les puede dar igual que se hayan ido 3.000 empresas. Pueden creer que sólo se han ido 300 como les dicen los independentistas. Ya lo notarán en sus bolsillos. Lo cierto es que han ignorado el aviso de las empresas que dan empleos y no se atreven a mantenerlos en Cataluña en estas circunstancia. Llegará el día en que notarán eso en sus bolsillos. Y pedirán cuentas a quienes les dijeron que no era verdad que se hubieran ido las empresas.

Y el Partido Popular puede reflexionar también sobre cómo ha sido su actuación a lo largo de los años. El auge de Ciudadanos ha sido a costa del PP por no defender lo que su electorado esperaba en Cataluña. Tantos años jugando a ser un poco nacionalistas, pero menos que CiU han traído esta consecuencia. Están muy cerca de lo que fue el PP en el Parlamento Vasco cuando con Julen Guimon sacaron dos escaños de un total de 75.