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Editorial ABC

El independentismo rompe Cataluña

Es muy difícil afirmar que los violentos incidentes de este domingo tendrán menos coste que el que hubiera tenido la aplicación a tiempo del artículo 155 de la Constitución

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La dureza de las imágenes que produjo el día de ayer no debe oscurecer la realidad: nunca hubo en Cataluña nada digno de llamarse referéndum porque era ilegal. El desarrollo de los acontecimientos demostró que la convocatoria del 1-O no pretendía celebrar un referéndum, ... sino provocar una ocupación de las calles catalanas, con la complicidad de los Mossos d’Esquadra, para buscar la confrontación con el Estado y fracturar Cataluña. Desde el 6 de septiembre, con el golpe de Estado parlamentario en el Parlament, el nacionalismo catalán apostó exclusivamente por la ilegalidad. La sucesión de decisiones judiciales y de actuaciones policiales dejó al separatismo sin condiciones materiales para celebrar una votación con mínima apariencia de seriedad. Las condiciones legales nunca existieron. Sin embargo, pese a la absoluta razón legal que amparaba al Gobierno, y que este domingo ratificó Mariano Rajoy en su declaración pública, el nacionalismo catalán ha jugado con acierto sus bazas en la propaganda política y en la manipulación de los sentimientos.

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