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Jon Juaristi

Brumarios

Las condiciones están maduras, «tovarich» Iglesias

Jon Juaristi

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Venezuela: todo el poder para los soviets . Como advirtió el presidente colombiano Santos, el viernes se consumaba en el desdichado país hermano la destrucción de la democracia. Horas antes, Maduro había declarado que él no era un dictador, pero que, literalmente, «me provoca ... la idea de ser un dictador» (es decir, traduciendo del español del Caribe,«me apetece la idea de ser un dictador»). Bueno, pues ya lo ha hecho oficial, ya es un dictador sin complejos, un dictador fuera de toda duda. Pero no un dictador venezolano más, como los Vicente Gómez o Marcos Pérez Jiménez. Aquellos, por lo menos, no mataron de hambre a su pueblo. Aprovechando el centenario de la Revolución soviética, Maduro da un golpe de Estado de factura leninista en una fase de ruina económica autoinducida y de incipiente comunismo de guerra.

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