Emilio Martínez-Lázaro: «Prefiero que en España hagamos cine de la copla y no de vampiros»

«Ocho apellidos vascos», su última comedia, aborda los tópicos sobre los andaluces y los vascos

david martos

14/03/2014
Actualizado a las 15:12h.

Emilio Martínez-Lázaro (Madrid, 1945) ha conocido como director el éxito y el fracaso. Vio cómo El otro lado de la cama se convertía en un fenómeno social, pero también cómo La montaña rusa -su último estreno hasta hoy- se estrellaba contra las rocas ... de la taquilla. Este viernes estrena Ocho apellidos vascos , una comedia en la que aborda los tópicos regionales de los que tanto nos gusta reírnos a los españoles. Los protagonistas, Dani Rovira y Clara Lago , son un andaluz y una vasca que se enamoran a pesar de su contexto social y de sus padres ( Carmen Machi y Karra Elejalde ). Y de un montón de clichés.

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“La película es muy políticamente incorrecta y se ríe de esas cosas. Y si el público se ríe también, es porque hay una realidad. No es una invención de los guionistas. Los prejuicios, las exageraciones nacionalistas... esas cosas existen”, cuenta el cineasta durante su charla con ABC. “España está muy lejos, ¡lejísimos!, de superar estas cosas. Y al paso que vamos no las superaremos nunca, aunque la gente las superará antes que las clases dirigentes”, añade con sorna. Y puntualiza: “No hago comedias porque crea que hacen falta, las hago porque me gusta expresarme en el terreno del humor”.

Dormir y no pensar en la taquilla

Martínez-Lázaro es partidario de quejarse ante el poder de la situación que atraviesa el cine español, pero cree que la gala de los Goya no es el foro adecuado para esas protestas. Y no está nervioso ante la recaudación de Ocho apellidos vascos. “Nunca he hecho las películas por la taquilla, y eso te da una gran ventaja cuando tus películas empiezan a hacer dinero. Si no dormía mal cuando las producía yo... mucho menos con esta. Voy a dormir a pierna suelta”.

“Estoy tan acostumbrado a que me digan que mis películas han ido mal...”, añade con una sonrisa. “Con la última película mía que fue fatal -'La voz de su amo', que es una de mis favoritas y fue un desastre- me lo comunicaron un lunes por la mañana... y yo estaba haciendo ya las pruebas de cámara para El otro lado de la cama. Me olvidé de aquella película y me centré en el siguiente rodaje”.

Dice Martínez-Lázaro que al cine español le afectan los mismos males que al norteamericano -“que nunca salimos de los géneros”-, y que debería centrarse en las materias que mejor conoce. “Hubo un momento en el que nos dio por el terror. Hay un tío en Barcelona que se llama Balagueró y que las hace como Dios. ¿Pero el resto? Flojitas... Prefiero que hagamos cine de la copla que cine de vampiros, porque es más nuestro y sabemos de lo que hablamos”.