«Marius ha sido víctima del éxito de los programas de reproducción de los zoos»
Se decidió su sacrificio para evitar que el ejemplar terminara en un circo y porque las otras alternativas, como la castración, implicaban la sedación, procedimiento de alto riesgo en jirafas
Marius fue sacrificado el domingo 9 de febrero. Este ejemplar macho de jirafa de dos años de edad vivía en el zoo de Copenhague . Sus responsables pretendían evitar la consaguinidad en sus futuras crías y asegurar, así, que «los mejores genes pasan a las generaciones venideras».
La multitudinaria campaña de recogida de firmas que se organizó a través de internet para frustrar la decisión no fructiferó.
El sacrificio fue público, ante la sorpresa, la indignación y la atenta mirada de los visitantes que había en ese momento en el zoo de la capital de Dinamarca. Se prefirió disparar al animal en lugar de inyectarle alguna dosis letal que pudiera contaminar su carne; dado que su cuerpo fue troceado a posteriori para servirlo como alimento de los carnívoros del centro.
Otros zoos habían mostrado interés por acoger a Marius. ¿Por qué no se aceptaron entonces las ofertas próximas al medio millón de euros? «El traslado no propiciaría que Marius pudiera participar en los programas de reproducción que lleva a cabo la red de Zoos y Acuarios de Europa (EAZA) , por lo que él y sus crías acabarían por venderse en malas circunstancias, tal vez a circos o colecciones privadas», explica a la BBC un portavoz de EAZA.
La contracepción y la castración suponen dos posibilidades a la eutanasia animal. Sin embargo, ambas requieren sedación. Un procedimiento de alto riesgo que no se puede correr con las jirafas, pues pueden romperse el cuello mientras están bajo los efectos de los fármacos calmantes. «La contracepción ha de provocarse en la infancia y hay significativos efectos secundarios derivados de ciertas drogas que podrían ser irreversibles, provocando la pérdida de valiosos animales en términos de reproducción», subraya el representante de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios.
Según los datos que maneja la EAZA con respecto a los sementales de jirafa, desde 1828 solo se habían sacrificado por motivos de conservación cinco ejemplares.
Desde las plataformas animalistas se preguntan si Marius es una víctima más del éxito de los programas de reprodcción de los zoos.
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