Mónaco, el mejor amigo de Nadal

Juan Mónaco y Rafael Nadal vuelven a verse hoy las caras después de dos años sin jugar el uno con el otro. En partido oficial, porque las sesiones de entrenamientos son habituales entre el argentino y el español. Rivales dentro de la pista, son los mejores amigos fuera de ella y comparten muchos momentos juntos. Ratos de televisión, de cenas y de videojuegos, pero también muchas horas pasando bolas por encima de la red bajo la mirada de Toni Nadal. Sin embargo, Mónaco sigue sin encontrar «el secreto» para ganar a Nadal. «Es el número uno, no tiene fisuras cuando juega en tierra batida», indicó ayer el argentino, contento después de vencer en primera ronda al austriaco Jurgen Melzer.

Mónaco llega a Madrid sin estar al cien por cien, después de lesionarse en el torneo de Houston. El de ayer fue su primer partido en tierra batida de la temporada y aún tiene que acostumbrarse al ritmo de la competición. «Lo más importante ahora es acumular minutos de juego», comentó. Ese ha sido su objetivo en los entrenamientos previos al Mutua Madrid Open junto a Rafael Nadal.

El argentino opina que son jugadores parecidos, aunque «salvando las diferencias». A ambos les gusta golpear duro desde el fondo de la pista, con peloteos largos y un juego muy intenso. Esa filosofía también la llevan a sus entrenamientos, donde practican habitualmente «los rallies y las diagonales». «Jugamos juntos en casi todos los torneos, nos conocemos mucho y no tenemos nada que esconder», aseguró.

El argentino sabe que tendrá un rival duro hoy en la pista, pero su intención es «realizar un buen partido y llegar con confianza a Roland Garros». No cree que las últimas derrotas de Nadal en Barcelona y Montecarlo le puedan afectar porque «sigue siendo el número uno del mundo». «El domingo entrené con él y le vi fenomenal», indicó.

Lejos quedan aquellas partidas a la Play Station y los castigos embarazosos para el perdedor entre Nadal y Mónaco. «Ya somos grandes», bromeó el argentino, al comentar que no había hablado aún con el balear sobre el enfrentamiento. Lo tenía claro; primero tenía que ganar a Melzer en primera ronda y luego ya pensaría en el partido con Nadal. Lo espera con ganas. «Siempre es bonito jugar contra el campeón, en su casa y en una pista central», sentenció.

También fue en una pista central la última vez que jugó en partido oficial con Nadal. Fue en el Roland Garros de 2012, cuando Mónaco perdió en tres sets. El balance es favorable al español por 3-1.

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