Pocas normas o innovaciones han cambiado desde que el fútbol es fútbol: tarjetas, fueras de juego, cesiones. Poco más ha variado el esquema de un juego que «solo» consiste en meter una pelota en una puerta, y hacerlo más veces que el rival. Y sin embargo, una parte del fútbol moderno es mucho más que eso, pues roza en la ciencia ficción. La selección alemana es buen ejemplo ya que se preparó el Mundial del que salió como brillante campeona con buenos entrenamientos, mejores jugadores, como Goetze, autor del gol de la victoria y un «cerebro» que les orientaba en el camino.
Este «cerebro» con forma de ordenador facilitó el trabajo de rendimiento a Joachim Low, a sus ayudantes, y a los futbolistas. Les facilitó números e información para conocer su desarrollo, sus puntos fuertes y sus puntos débiles, como también los del rival. A través de la tecnología de análisis SAP, la selección alemana tuvo a su disposición millones de datos en tiempo real con los que poder interactuar en el mismo momento del entrenamiento.
Pases acertados, pases fallados, kilómetros recorridos, número de contactos con el balón, desacerelaciones en carrera, balones recuperados, perdidos, posesión del balón. De forma individual o colectiva. En un solo partido, más de 60 millones de registros posicionales, recogidos a través de los sensores que los futbolistas suelen llevar en el pecho y las piernas, y también con cámaras instaladas alrededor del terreno de juego. Así es como se ha llegado a determinar que Neuer, guardameta alemán, dio más pases certeros que Messi.
«En solo diez minutos, diez jugadores con tres balones pueden producir cerca de siete millones de datos», comunicó Oliver Bierhoff, director de la selección alemana, e impulsor del software SAP en el conjunto germano. Así, el equipo técnico de los actuales campeones del mundo podían preparar los entrenamientos «a gusto del futbolista», además de comprobar los resultados de forma instantánea en dispositivos móviles y con la visualización de las jugadas en tres dimensiones.
Una herramienta que ya se utiliza con frecuencia en otros deportes como automovilismo, tenis, NBA o vela. Un paso hacia delante en un deporte que apenas ha cambiado pero que con la ayuda de las nuevas tecnologías entra en otra dimensión. Los datos, que facilitan el trabajo de los entrenadores, también fomentan la afición de los seguidores, pues los registros están disponibles para el público en general, que puede comparar a sus futbolistas favoritos en el mismo momento en el que están viendo el partido.