La selección de Estados Unidos continúa con su marcha triunfal en el Mundial de baloncesto de España, en el que ha vencido a Nueva Zelanda en el tercer encuentro del grupo C que se disputa en Bilbao. Los americanos se marcharon pronto en el marcador y luego se dedicaron a administar la ventaja a la espera de pruebas más exigentes. [Estadísticas del Estados Unidos-Nueva Zelanda]
Mike Krzyzewski tiene que empezar casi de cero cada verano. Pocas veces ha podido contar con una plantilla similar al año anterior, así que le toca inculcar de nuevo los mismos conceptos a los recién llegados. Quizá por eso, estos primeros partidos en el Mundial de los americanos son un banco de pruebas que, al mismo tiempo, terminan por aburrir a las estrellas del equipo, acostumbradas a otro tipo de nivel competitivo.
Mirando de reojo los cruces de octavos de final, Estados Unidos ha ganado a Nueva Zelanada en un duelo desigual que se equilibró por momentos por la poca intensidad que pusieron los de Krzyzewski. La segunda unidad, con Cousins, Drummond, Gay o DeRozan, decepcionó y mostró un resquicio para la selección española. Pequeños defectos del gigante americano.
Entre Harden, Irving y Anthony Davis se bastaron para romper el duelo en el primer cuarto. Ellos son el alma del equipo y los hombres más peligrosos. Ante Nueva Zelanda, Faried se tomó un pequeño descanso tras dos partidos descomunales, pero él es el pegamento del equipo. El hombre que se baja al barro y ayuda para que las cosas salgan bien al resto.
El intercambio de canastas dejó tocado a Nueva Zelanda, que nunca le perdió la cara al partido. Incluso llegó a ganar el parcial del tercer cuarto, en el que los americanos se fueron un poco del partido. Sestearon, pero dejaron perlas de espectáculo para un público de Bilbao que casi abarrotó el pabellón.