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Qué hacer si somos testigos de un accidente de tráfico

Es obligatorio auxiliar a las víctimas de un accidente y, avisar a las autoridades, puede ser fundamental para salvar la vida de los accidentados

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En la última década, casi 1,3 millones de españoles, el equivalente a casi el 3% de la población total del país, ha resultado herido en un incidente de circulación. Un dato que, a nivel global, es aún peor, ya que según la OMS, alrededor de 40 millones de personas resultan lesionadas cada año en accidentes de tráfico en todo el planeta. Además, la gravedad de las lesiones por accidente de circulación también alarma: según datos aportados por Línea Directa Aseguradora, el 70% de los heridos graves en accidente de tráfico sufren secuelas de por vida.

Desde Tallerator recuerdan que en los primeros momentos, cuando las autoridades aún no han llegado al lugar, debemos olvidarnos de los nervios y mantener la sangre fría para actuar con calma y en pocos minutos.

1.- Parar a más de 100 metros del lugar del siniestro. Si es posible, fuera de la calzada. Dejar encendidas las luces warning (de emergencia).

2.- Ponerse el chaleco reflectante. A cualquier hora del día y de la noche.

3.- Colocar los triángulos de emergencia, para señalizar cuanto antes la incidencia en la carretera. Deben estar a unos 50 metros del siniestro como mínimo, para que sean visibles a 100 metros por los coches que se aproximan. En los cambios de rasante, colocarlos a 100 metros de distancia.

4.- Después de cumplir con los puntos anteriores, pedir ayuda llamando a emergencias (teléfono 112, Policía o Guardia Civil). Nos preguntarán en qué lugar nos encontramos. Debemos ser claros a la hora de informarles.

5.- Atender a los heridos. Pero al desconocer su gravedad, hay que procurar no moverlos para no agravar cualquier lesión. Hay que esperar a que lleguen las emergencias para que sean ellos quienes analicen la situación. Mientras lo hacen, debemos intentar que no pierdan la consciencia y tranquilizarles con nuestras palabras, haciéndoles preguntas para obligarles a que sigan interactuando. Si disponemos de una manta o algo similar para arroparles, lograremos que conserven su temperatura corporal, pero lo que no se nos debe ocurrir es darles bebida, comida ni cualquier tipo de medicamento.

6.- Apagar, con la llave de contacto, los motores de los coches implicados. Si observamos una fuga del combustible, podemos intentar detenerla con arena.

7.- Si nos vemos obligados a sacar a los ocupantes del vehículo (por riesgo de incendio del coche o que se vaya sumergiendo en el agua), muchísimo cuidado en no dañar la columna vertebral de los heridos. Nada de movimientos bruscos.

8.- Atención: si el accidentado es un motorista, nunca intentaremos quitarle el casco.

Cuando lleguen las emergencias

9.- Identificarnos debidamente ante las autoridades. Les informaremos de todo lo que hayamos visto, del número y situación de las personas implicadas y cualquier otro detalle significativo

10.- Después, no interrumpir el trabajo que realicen los profesionales sanitarios y del orden, siguiendo las instrucciones que nos digan.

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