«Camper vans»: un hotel dentro de una furgoneta

Son el paradigma de la practicidad y del espacio bien aprovechado. Por fuera las «campervans» o cámper parecen furgonetas comunes, pero por dentro son auténticos hogares con ruedas. En apenas siete metros cuadrados, ofrecen cama, cocina, mesa, ducha, armarios y todo lo imaginable para unas vacaciones familiares, y su tamaño compacto les permite aventurarse por casi cualquier ruta y estacionar en cualquier parte.

Tan solo un puñado de fabricantes, como Mercedes, Volkswagen y Ford -este último a través de Tinkervan- ofrecen «campervans» en su catálogo. Sin embargo, un creciente número de preparadores ofrece reacondicionar cualquier furgoneta, nueva o usada, para su uso como vehículo de ocio.

«El primer paso es asesorar al cliente para que elija el vehículo que mas le pueda encajar según el uso y sus necesidades», explica Enrique Martínez, de Micamper.es, que detalla que la mayoría de los clientes buscan un vehículo compacto tipo furgoneta mixto o furgón.

«Les da mucho juego en su uso diario y son un plus para poder viajar en su tiempo libre, en especial para los amantes de deportes como el surf, windsurf, kitesurf, escalada y trekking».

Micamper ofrece tanto furgonetas ya customizadas como la posibilidad de adaptar el vehículo que el cliente prefiera. Las más solicitadas, explican, son la Mercedes Vito, la Volkswagen Transporter o la Renault Trafic. «El precio medio de equipar totalmente este tipo de vehículos ronda los 12.000 euros», cuenta Martínez. El precio incluye mobiliario de cama, zona ambiente con mueble encimera, una mesa comedor, instalación eléctrica con batería auxiliar autónoma, frigorífico, sistema de agua con ducha exterior y los gastos de homolgación.

En función del trabajo que el usuario requiera, los tiempos de entrega van desde una semana -para instalar un mueble cama personalizado, lo que tiene un coste de 1.500 euros-, hasta seis semanas, para el caso de que se requiera todo el equipamiento completo y la homologación correspondiente.

Normas de circulación

A la hora de conducir uno de estos vehículos hay que tener en cuenta una serie de particularidades, ya que las normas de circulación varían respecto a los turismos.

Así, los límites de velocidad para las «camper» y las autocaravanas son de 100 km en autopistas y autovías (80 km/h para las caravanas), 90 km/h en carreteras convencionales (80 km/h en remolques) y 80 km/h fuera de poblado (70 km/h para caravanas).

También hay que tener en cuenta la legislación a la hora de estacionar uno de estos vehículos modificados. La parada y el estacionamiento están legisladas por el Reglamento General de Circulación, donde se establecen las normas aplicables a estas maniobras, y los lugares en que deben efectuarse, teniendo en cuenta, además, las ordenanzas municipales.

Por ello, las autocaravanas pueden efectuar las maniobras de parada y estacionamiento en las mismas condiciones y con las mismas limitaciones que cualquier otro vehículo. Según Yolanda Abad, del departamento jurídico de Pyramid Consulting, el estacionamiento de este tipo de vehículos es legal, «siempre y cuando no se trate de una acampada», es decir, que se saquen sillas o mesas al exterior, se extiendan toldos, ventanas o elementos que sobresalgan del perímetro del vehículo, se utilicen patas estabilizadoras, se realice vertido de fluidos (aguas limpias, grises o negras) o se emitan ruidos molestos, como los provocados por la puesta en marcha de un generador de electricidad durante las horas de descanso. Sin embargo, está permitido comer o dormir en el interior del vehículo, poner calzos para nivelar el vehículo si el terreno está inclinado, y elevar el techo o abrir claraboyas, siempre que estas no excedan el perímetro del vehículo, ya que en caso contrario se podía considerar una acampada».