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Decálogo para circular seguros este invierno

Neumáticos, ópticas, parabrisas y líquidos son algunos de los elementos que debemos revisar en esta época, precisamente porque en invierno la distancia de frenada desde 50 km/h se multiplica hasta por ocho, alcanzando 64 metros sobre hielo.

Decálogo para circular seguros este invierno

e. cano

Con la bajada de las temperaturas y la llegada de los primeros copos de nieve, la conducción requiere más atención y el mantenimiento del vehículo se vuelve imprescindible. ALD Automotive ofrece diez consejos para que las condiciones climatológicas no afecten a la seguridad vial.

1. Los neumáticos. Uno de los elementos más importantes en esta época, pues es el único punto de contacto entre el vehículo y la carretera. Durante estos meses, las vías de circulación sufren un empeoramiento de estado a causa de por la humedad, el hielo, los restos de vehículos accidentados... Todo ello dificulta o estropea los neumáticos, que de paso suelen perder adherencia. De hecho, la distancia de frenada desde 50 km/h se multiplica por ocho: en seco es de 8 metros, y con hielo puede alcanzar 64 metros. Por ello, los neumáticos de invierno se convierten en la mejor alternativa para lugares donde nieva y hiela con frecuencia, pues ofrecen mayor agarre, evitando incluso la necesidad de montar cadenas.

2. Cadenas de nieve. Obligatorias en algunas zonas y en puertos de montaña si nieva, mejoran al agarre. Hay tres tipos: con cuerpo metálico, de tela y líquidas. Para elegir debemos saber que las últimas son una solución de emergencia, ya que su duración es escasa y la adherencia limitada. En cuanto a facilidad de colocación , las de tela son más fáciles, pero su vida útil es más corta y es necesario retirarlas si la nieve escasea. De ahí que las metálicas sean las más aconsejables. A estas opciones de cadenas de nieve, los neumáticos de invierno son otra alternativa para los lugares donde la climatología es adversa.

3. La óptica. Ver y ser visto es imprescindible siempre, pero más si cabe en esta época del año. Por eso, es necesario comprobar el funcionamiento de las luces y regularlas correctamente. Además, limpiarlas es fundamental para perder visibilidad. Cobran importancia las lunas, tanto delanteras como traseras, pues la suciedad puede impedir ver correctamente, sobre todo, de noche.

4. Parabrisas. Hay que mantenerlo limpio, porque la suciedad puede impedir ver correctamente. Si observamos que los limpiaparabrisas no limpian correctamente, debemos cambiarlos ahora: en esta época se usan más. Según los expertos, la vida útil de este elemento suele ser de un año.

5. Líquido refrigerante/anticongelante. Es necesario revisar que tenga una graduación adecuada, pues es uno de los fluidos más importantes de cara a esta época: mantiene la temperatura óptima de funcionamiento en la cámara de combustión, por lo que es recomendable sustituirlo cada dos años.

6. Combustible. Otro de los elementos a controlar, pues la calefacción va unida a éste: ante imprevistos que podemos encontrar en viaje, un depósito lleno y no en reserva asegura mantener el motor en marcha y la climatización conectada.

7. Previsión. Antes de emprender el viaje, se aconseja comprobar la previsión meteorológica para organizar la hora de salida. Si hay probabilidad de granizo, mejor aplazar la fecha o buscar rutas alternativas. Conviene consultar la información facilitada por la Dirección General de Tráfico. También debemos descansar para ponernos al volante.

8. Botiquín perfecto. Debemos revisar que este kit contenga lo imprescindible ante cualquier imprevisto. Se aconseja llevar toallitas de alcohol, guantes de vinilo, suero fisiológico, gasas, apósitos, vendas, esparadrapo, tijeras y pinzas de depilar. Además, se aconseja llevar una manta térmica en el maletero por si tuviéramos que hacer noche en el vehículo, una rasqueta para rascar el hielo, y el móvil completo de batería y su cargador, por si se descargara en el trayecto.

9. Actitud ante el volante. Ya en marcha, y ante firmes helados, recurriremos a las marchas más largas para que las ruedas deben girar con suavidad. El aquaplaning es uno de los riesgos más comunes, que se traduce en una reducción de la efectividad de frenos, agarre y dirección. En este caso, se debe esperar a que el charco termine o bajar la velocidad, pero siempre agarraremos el volante con firmeza y decisión, evitando girar las ruedas.

10. Accidentes. En invierno, los alcances y golpes en cadena son frecuentes. Siempre debemos llevar el chaleco reflectante obligatorio y los triángulos de aviso/emergencia. En caso de sufrir accidente, hay que rellenar un parte con el conductor del vehículo con el que se ha chocado y otro distinto con el que ha impactado contra el propio, comprobando en ambos que los datos sean los correctos. Tras este paso, es conveniente esperar la llegada de las fuerzas de seguridad y tomar nota de quién se ha personado en el lugar de accidente para tramitar el siniestro. Además, se aconseja coger fotografías del golpe y acudir a una revisión médica tras el impacto.

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