¿Cómo conducir para ahorrar combustible sin dañar al coche?

Economía y ecología. son las dos palabras que definen la «conducción ecológica». Gracias a una serie de reglas y recomendaciones podemos reducir el consumo de carburante hasta en un 15%, además de conseguir una disminución de la contaminación ambiental , y reducir también en hasta un 15% las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Pero la eco-conducción también aporta otros beneficios, como la disminución de la contaminación acústica, el aumento del confort en el vehículo, la disminución del riesgo de accidentes y del estrés del conductor.

Aunque la creencia más habitual es la de que «haciendo conducción ecológica el coche se puede estropear con más frecuencia, por ir demasiado bajo de revoluciones», en la actualidad, y con la nueva tecnología aplicada a la mecánica lo cierto es que se consigue un importante ahorro en los costes de mantenimiento del vehículo, en elementos como los sistemas de frenado, embrague, caja de cambio y motor en general.

En el vídeo que ilustra esta noticia te ofrecemos las principales recomendaciones para conseguir hacer una «conducción ecológica», con las indicaciones más precisas para «situaciones reales de tráfico» de los monitores de la Escuela de Conducción del Comisariado Europeo del automóvil (CEA) . En general, según nos recuerda Jaime González, la principal norma que debemos seguir es la de «anticiparnos», es decir, estar pendientes de la distancia de seguridad que llevamos respecto a los coches, y también estar atentos a posibles semáforos e incidencias de la vía.

Por supuesto, también influyen las famosas «revoluciones» a las que llevamos el motor. El par máximo del coche se encuentra entre las 1.500 y 2.000 revoluciones en los coches diésel, y entre las 2.000 y 2.500 en los de gasolina. Por eso, si cambiamos a una marcha superior al alcanzar esas revoluciones, el consumo será el menor posible a la misma velocidad.

Unos datos curiosos y a tener en cuenta. Circulando a más de 20 km/h con una marcha engranada, si no pisa el acelerador, el consumo de carburante es nulo. Y a «relentí» el coche consume entre 0.5 y 0.7 litros por hora. Actualmente el 90% de los conductores desperdician más del 40% del combustible lo que supone un importante gasto energético. Y en España, el sector transporte, es responsable de más del 60% del petróleo consumido y del 30% de las emisiones totales de CO2. Dentro del sector transporte el turismo tiene especial relevancia al totalizar el 15% de toda la energía final consumida en España.

Con todos estos datos, quizás nos hayamos convencido un poco más y adoptemos los consejos que nos aportan los monitores del CEA en el vídeo. La alternativa es o gastarse más dinero del necesario en la gasolinera, dejar el coche aparcado, o ser considerados unos «anti ecológicos», ya que el coche eléctrico, según los propios fabricantes, todavía no es una alternativa «real» . Porque además, no siempre pisar más el acelerador nos garantiza que vayamos allegar antes a nuestro destino.