Un Maserati destrozado por un bote de pintura

Un conductor australiano adquiere en un almacen un enorme bote de pintura que, quizá porque no cabía en el maletero de su deportivo Maserati , sitúa en el asiento trasero. En el camino de vuelta a casa un perro se cruza en la trayectoria, y al esquivarlo para no atropellarlo sobreviene el drama... que cabe apreciar en la «dolorosa» imagen sobre estas líneas.

El balance de semejante «tormenta cromática» se detalla del siguiente modo: declaración de siniestro total y 60.000 euros de reparación entre elementos y guarnecidos interiores. Sólo el cuero del coche, firmadado por la prestigiosa Poltrona Frau , se ha perdido por completo.

Y otro tanto con componentes como la instrumentación, el selector del cambio de marchas, el sistema de climatización por entero o mandos como el llamado manettino , con el que se modulan ciertos parámetros de marcha.