Parla
El misterio del cadáver descuartizado que apareció entre restos de basura
El crimen se produjo hace varios días. La víctima es un varón de mediana edad, de raza blanca, que fue hallado en una zona de olivos de La Cantueña
«¡He visto la pierna de un hombre! ¡He visto la pierna de un hombre! », repetía ayer, incrédulo, de forma atropellada y visiblemente asustado, un vecino de Parla. El mensaje se lo comunicaba a varios efectivos del Parque de Bomberos del municipio. El autor del macabro hallazgo fue un hombre que paseaba tranquilamente con su perro a primera hora de la tarde por una zona de La Cantueña repleta de olivos, por una pista de tierra, cuando se topó con dos bolsas de deporte en mitad de un paraje despejado en una de las zonas más transitadas.
Al abrir una de ellas para ver qué contenía observó dicha extremidad, y a la carrera, acudió a las citadas instalaciones, situadas a unos 800 metros. Se trata del único edificio situado en las inmediaciones, a espaldas de la plaza de toros. Jamás lo podrá olvidar.
El mando de los bomberos se desplazó hasta el lugar indicado y tras inspeccionar el contenido de las bolsas y verificar que se trataba de restos humanos, dio la voz de alerta a la Policía Nacional, explicaron varios efectivos, así como un portavoz de Emergencias 112. La llamada entró en la sala a las 15.20 horas. Hasta el lugar, situado junto a la M-408 y detrás de las vías del tren, se desplazaron agentes del Grupo de Delitos Violentos de la Policía Científica y del Grupo VI de la Brigada de Homicidios, que se han hecho cargo del caso.
Querían que lo encontraran
Al parecer, el cuerpo, perteneciente a un hombre de raza blanca de mediana edad, estaba completo, muy troceado y, por su estado, llevaba varios días muerto. Se estaba empezando a descomponer y ya estaba hinchado, según precisaron las fuentes consultadas por ABC. Además, en las bolsas había también restos de basura, lo que podría apuntar a una atroz venganza o a un aviso para terceros.
Será la autopsia la que determine si fue descuartizado antes o después de que acabaran con su vida. Y en caso de que fuese después, cómo lo mataron. Su identidad se desconoce, pero le será practicada una necroreseña (identificación dactilar) para determinar de quién se trata. De momento, lo único cierto es que no constaba ninguna denuncia por desaparición en el municipio de Parla. Ahora se cotejarán con las existentes en la región para ver si puede tratarse de alguno de ellos.
Los agentes de la Policía Científica examinaban las rodadas de los coches en el lugar en donde apareció el cadáver y peinaban toda la zona en busca de algún vestigio que ayude a esclarecer el crimen. Se acordonadó el perímetro durante varias horas.
Los restos humanos fueron trasladados hasta el Instituto Anatómico Forense en donde, previsiblemente, hoy se le realizará la necropsia. Todo apunta a que el asesinato se produjo en otro lugar y luego llevaron hasta ahí el cadáver para que fuera encontrado enseguida.
Zona muy transitada y frecuentada por gais
«Yo he pasado esta mañana justo por esa explanada y no había nada. El cuerpo lo han dejado después», aseguraba un hombre, estupefacto ante la brutalidad del hallazgo. «¿Qué ocurre? ¿Por qué no se puede pasar?», preguntaba una pareja de jóvenes a los periodistas ahí congregados junto a la decena de vehículos policiales, de la comisión judicial y el furgón de la funeraria. «¿Quééé? Es tremendo, este es un lugar tranquilo, de paseo, al que acude gente de todas las edades y deportistas durante el día.
Otros discrepaban. «Últimamente se cometen algunos robos de coches. Esto está más inseguro». «Esta zona es muy frecuentada por homosexuales, pero jamás ha habido peleas ni nada», explicaba Damián, un guarda del coto de caza que se dedica a recorrer las 2.200 hectáreas del terreno de La Cantueña. «He ido a echar gasolina y me lo han contado. ¡Qué horror!»
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