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Caso Coslada: Año y medio de cárcel para el «sheriff Ginés»

La Audiencia Provincial desestima su recurso y mantiene la condena por un delito de obstrucción a la Justicia

Caso Coslada: Año y medio de cárcel para el «sheriff Ginés» jaime garcía

m. j. álvarez

Un año y seis meses de prisión por un delito de obstrucción a la Justicia. Esa es la condena que ha ratificado la Audiencia Provincial de Madrid, que ha desestimado el recurso de apelación interpuesto en su día por Ginés Jiménez Buendía , conocido también como el «sheriff Ginés», contra la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 13 en marzo de 2013, según ha podido saber ABC.

El fallo de la sección número 15 de la Audiencia Provincial, fechado el pasado 16 de febrero, considera probado que el condenado intentó coaccionar a una testigo de cargo contra él durante la instrucción del caso Coslada para que se retractara de la denuncia que interpuso ante la Udyco de la Policía Nacional por presuntas amenazas y coacciones. Por estos hechos Ginés pasó casi seis meses en prisión preventiva. Su encarcelamiento se produjo el 21 de diciembre de 2010.

Además, la sentencia de la Audiencia incluye la accesoria del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la pena, le impone una multa de diez meses con una cuota diaria de 10 euros (unos 3.000 euros en total) y el pago de las costas judiciales, como pedía el ayuntamiento cosladeño. Se trata de las dos primeras sentencias sobre una pieza separada del caso Coslada que investiga una supuesta trama de corruptela en el seno de la Policía Local que estalló el 8 de mayo 2008 cuando el « sheriff Ginés » era el oficial jefe del Cuerpo.

«Podría hacerles daño»

Los hechos tienen su origen en una testigo , una hostelera local, que declaró en su contra durante la instrucción del bautizado también como caso Bloque , cuya pieza principal aún no se ha juzgado. La sentencia de la Audiencia Provincial considerada probado que Ginés, de 58 años, que conocía a la víctima y denunciante –y que después se convirtió en testigo protegido–, primero, a través de otras personas y luego, directamente, trató «de influir en la misma a fin de que cambiara su declaración, al entender que era contraria a sus intereses». Así, y a instancias del acusado, primero llamó a la víctima, que atravesaba una mala situación económica J. C. G., con quien no tenía amistad ni trato.

Este le ofreció la posibilidad de regentar un establecimiento de su propiedad sin poner dinero alguno, repartiéndose las ganancias. Fue el 19 de noviembre de 2010. Dos días después, la misma persona la telefonea, expresándole su preocupación porque tuviera problemas con el acusado. Así, le instó a que a que se retractara porque «era mejor tenerlo como amigo que como enemigo y porque como iba a volver a la Jefatura de la Policía podía hacerles mucho daño y perjudicarles en el negocio».

También el 19 de noviembre, F. A. B., amigo de ella y de Ginés, se ofreció «a llevarla a una entrevista de trabajo que podría interesarle. Y trató de convencerla con insistencia para que retirara la denuncia», siempre según el escrito.

Temor

Tras recibir dos llamadas más de este último sujeto, quedaron en verse con Ginés el día 25. «Ante la ansiedad, la inseguridad y temor que esas presiones provocaron en ella y las consecuencias que ello pudiera tener para ella misma o para su familia, y dado el gran miedo que la testigo tenía al acusado», se puso en contacto con los investigadores que le proporcionaron una grabadora digital, «a fin de buscar protección, prevenirse ante una posible manipulación y obtener la prueba de que estaba siendo objeto de presión».

El temido encuentro se produjo en un bar y duró 39 minutos. En él, Ginés le entregó un escrito redactado por él que ella solo tenía que firmar y entregar en el juzgado, en el que explicaba que «varios policías de la Udyco me dijeron que tenía que colaborar y denunciar a Ginés. Me convencieron y se encargaron de todo. A mí nunca me han extorsionado ni he ido nunca a la comisaría ni al despacho de Ginés a llevarles sobres con dinero. Por ello, quiero retirar mi denuncia».

«Te pongo un monumento»

En la grabación, Ginés le sigue diciendo: «Sí, yo he leído tu declaración. Y cuando pone eso de tres mil euros hasta que llegaron a seis mil y las cuentas de doce mil... todo eso te lo indicaron ellos, ellos hicieron su cuentas y dijeron vamos a buscar a esta chica que estará cabreada con Ginés porque le han cerrado el local... porque lo de los sobres es lo más dañino. Así que vamos a empezar una nueva etapa contigo y si algún día yo te puedo ayudar en algo, a muerte contigo». Ginés le recomienda por quinta vez, cuando la mujer, le suplica que no quiere amenazas: «La clave está en decir: las declaraciones las hice por indicación de la Policía Judicial señoría».

Además, le pidió que «camelara» a otra testigo: «Dile, mira este berenjenal no es nuestro. Esto es una guerra de dos Cuerpos de Policía... porque eso de la pistola y tal... Si me hicieras ese favor te pongo un monumento. A los míos les voy a decir que has pegado un giro, que eres oro bendito».

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