Teresa no recibe la luz del sol para que no se la fotografíe

Los médicos que tratan a Teresa en la sexta planta del Hospital Carlos III ya no suben las persianas de su habitación. No quieren que se le hagan fotos. «No se pueden tener cortinas porque hay que tirarlas. No se puede poner nada porque es una habitación contaminada» se tiran.

Teresa permanece consciente en la habitación. Interactúa con los médicos. Asegura Fernando de la Calle Prieto, uno de los cincuenta profesionales de la unidad de medicina tropical que le trata, que son múltiples los momentos difíciles que están viviendo con Teresa en la lucha por mantenerla con vida. Las noches , con su afección pulmonar, son complicadas. «Con muchas enfermedades respilatorias ventilas menos por la noche es cuando más riesgo puede haber. Si algo hemos aprendido con este virus es que momentos difíciles hay tantísimos, que no se puede especificar uno en concreto. El ébola en cualquier paciente te ataca todo. La prioridad es todo. Es otro reto de esta enfermedad. Un virus que en cinco o seis días te ha atacado todo», advierte.

El objetivo de los profesionales médicos no es solo que Teresa salga adelante, sino que lo haga sin secuelas. Respecto a intubar a la paciente, De la Calle ha descartado que sea necesario en estos momentos: «Es un proceso muy agresivo, en Teresa y en cualquier persona». «Hay que tener en cuenta las consecuencias -ha añadido-. Tienes que tener reserva física muy importante y puede haber problemas de coagulación, hemorragias. Implica un mantenimiento constante por el respirador, también más incursiones del personal, más riesgo. No se intuba porque no queremos, sino porque hay que medir muchas variables, entre ellas el riesgo biológico».

Los 15 aislados en la planta quinta del Carlos III continúan asintomáticos . Durante los próximos días irán recibiendo las altas hospitalarias. Las primeras en salir serán las peluqueras junto al personal médico que atendió a Teresa en el ambulatorio de Lain Entralgo de Alcorcón. Fueron los primeros que tuvieron contacto con ella el pasado 30 de septiembre y 2 de octubre, especificó De la Calle. «Es importante que los ciudadanos sepan que estas personas no pueden transmitir el virus aunque estuvieran infectados, ya que no tienen síntomas», ha hecho hincapié.