Hazte premium Hazte premium

madrid arena

Flores: «Intento mantener mis negocios porque ahora no puedo hacer dinero»

«Lo que está buscando la Policía es si estoy haciendo los bultos, no otra cosa», decía el empresario a sus socios

Flores: «Intento mantener mis negocios porque ahora no puedo hacer dinero»

carlos hidalgo

Los pinchazos telefónicos a los que fue sometido el promotor de la fiesta mortal del Madrid Arena, Miguel Ángel Flores, constituyen una de las bases principales para la Policía Nacional en la investigación patrimonial que se ha seguido contra él. En las conversaciones interceptadas, el empresario acusado de cinco homicidios imprudentes y una larga lista de lesiones deja claro que sigue adelante, aunque sea en la sombra, con sus negocios; que pese a ello intenta no aparentar ingresos de dinero; y que cree que lo que realmente teme la Policía es que pueda escapar de España.

En una llamada con un hombre identificado como Fer, del 5 de junio de 2013, éste le traslada a Flores su preocupación por que los investigadores se percaten precisamente de que está descapitalizando la mercantil con la que organizó la fiesta de Halloween, Diviertt S. L. Una supuesta artimaña, como ya adelantó ayer este periódico, para evitar hacer frente a las indemnizaciones a las que se enfrentaría en caso de ser condenado por la tragedia del Madrid Arena. «En estos temas —se queja Flores—, Jorge [su entonces abogado] es bueno, no te voy a decir que no, porque yo he ganado de todo, he ganado desahucios; pero no es eso, es la forma, el momento, se me junta todo...».

«No, si van a muerte —le responde su socio—. Pero yo también lo pensaba, lo del tema de la pieza separada [se refiere a la investigación que provoca estas escuchas, la que sigue la UDEF sobre el patrimonio de los hermanos Flores ] y cómo se ha planteado en el juzgado con lo tuyo. Y ahí atacar el tema, porque el cambio de acciones de Diviertt a Free [otra empresa del grupo de Flores], eso ya lo hiciste en su día».

Gimnasio Castellana Sport

La respuesta de Miguel Ángel, que sospecha que está siendo grabado por la UDEF, es escueta: «Sí». A lo que Fer añade: «Claro, es que eso lo van a tomar como una desinversión y lo van a retrotraer». «No, qué tiene que ver una cosa con la otra», insiste Flores, como queriendo desviar la conversación. «No, te lo digo como Diviertt era la mayoría de las acciones del Castellana [se refiere al gimnasio Castellana Sports Club] y después de esto dejó de serlo...».

«No, no es eso comercialmente —le corta Flores—. Lo que no puedo es estar haciendo dinero. Yo lo que estoy haciendo es mantener mis negocios y la continuidad. Y ahí lo que se está buscando es si estoy haciendo los bultos, no otra cosa».

Durante esos meses, el verano pasado, el teléfono de Flores echa humo. Busca dinero y eventos de debajo de las piedras . Lo muestra así otra conversación captada por la UDEF, del 26 de junio, con un socio identificado como Antonio. Charlan sobre entrar en un nuevo negocio. Habla Flores:«Ellos [sin especificar quiénes] piensan que yo no he llegado por lo que sea y que he pedido el favor a mi tío para entrar y... Qué putada, me cago, te lo juro...».

«Ya no hay manera —le dice Antonio—. Si pudiera vender algo de lo de Costa Rica y pudiera coger dinero también; pero es que está todo parado también, macho. Me cago en la madre que parió. Y tenemos todo por ahí repartido, propiedades y demás y eso... Pero llega el momento que quieres hacer una cosa de estas y materialmente es imposible». La conversación continúa versando sobre la organización de más eventos.

Deuda de 15.000 euros

En un último pinchazo, del 3 de julio de 2013, se percibe aún más tensión entre Miguel Ángel Flores y un socio, llamado Ángel, que le reprocha que no le haya pagado aún una cuantiosa deuda. El imputado dice: «Ángel, yo sé que llevas toda la razón, pero con la situación que tengo entiendo todo, pero no lo puedo hacer de otra manera». «Dime qué tienes para el día 22, porque lo único que estamos haciendo es ganar tiempo e incrementar la deuda que tienes conmigo».

En los siguientes minutos de la charla, Flores se muestra casi suplicante con su acreedor: «No dependo de la facturación, sino de otras cosas; yo lo siento mucho, pero lo que estoy viviendo te lo puedo explicar. No puedo darme de ostias contra la pared, necesito reflotar». Ángel insiste: «Estamos en 15.000 euros o más: 2.500 euros del mes pasado y otros 2.500 de julio».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación