Hazte premium Hazte premium

En las entrañas del Teatro Lara

La «Bombonera de Don Cándido» es hoy un teatro moderno que guarda muchas leyendas en su interior

En las entrañas del Teatro Lara JAIME GARCÍA

julio bravo

Pocos teatros hay en Madrid tan sabrosos, con tanta historia y tantas leyendas como el Lara , conocido como la Bombonera, y situado en una de las calles más castizas de Madrid: la Corredera Baja de San Pablo . Todavía muchos actores y directores, al entrar y salir del recinto, saludan a doña Lola Membrives , una legendaria actriz cuyo fantasma, dicen, habita el teatro; hay quien asegura incluso que le ha oído cantar. Es célebre también el Lara por sus pasadizos: uno unía el palco real con el camerino de la primera actriz, y debajo del escenario había una trampilla por la que se alcanzaba un túnel que llevaba hasta el convento de San Plácido, en la cercana calle del Pez; se usaba, al parecer, durante la guerra civil. Y de allí salió y fue llevado hasta su casa a hombros Jacinto Benavente cuando estrenó «Los intereses creados» , en 1907.

La historia del Lara se remonta a 1873. Aquel año, Cándido Lara, un adinerado carnicero, encargó el proyecto del teatro al arquitecto Carlos Velasco Peinado, con la sugerencia de que se inspirara en el teatro del Palais-Royal de París . El 3 de septiembre de 1880 la futura Reina Isabel II, entonces Princesa de Asturias, presidió la inauguración del teatro -sus descendientes, Alfonso XII y Alfonso XIII, serían asiduos visitantes del teatro-. Don Cándido había sido claro y le había dicho a su representante: «Forme uusted una compañía esencialmente cómica, contratando a los actores más caros».

Balbina Valverde

Entre ellos figuraba Balbina Valverde , una actriz que estaría vinculada durante casi tres décadas al teatro. Su sueldo era de dieciséis duros (no lo subió durante todo el tiempo que estuvo en el Lara). Pero por él pasaron otros nombres como Lola Membrives, Rosario Pino, Leocadia Alba, Catalina Bárcena, Jerónima Llorente, Ruiz de Arana, Ricardo Zamacois o Emilio Thuillier. Allí se estrenaron, por ejemplo, «Cenizas» (1899), de Valle-Inclán; «Doña Clarines» (1909), de los hermanos Álvarez Quintero; «Canción de cuna» (1911), de Gregorio Martínez Sierra; o «El amor brujo» (1915), de Manuel de Falla, de Y el público respondió: en las primeras cincuenta temporadas, contaba Antonio Díaz-Cañabate , no se perdió dinero más que en una, «la que coincidió con los derribos de la Gran Vía, por lo que el acceso al teatro de Lara era imposible».

Al morir Cándido Lara, en 1915, heredó el teatro su hija Milagros, que falleció en 1932 y legó en su testamento el inmueble del teatro para la fundación que había creado su padre, para sostener las escuelas situadas en la calle de La Paloma. El teatro estuvo entonces a punto de ser derribado; lo impidió su entonces gerente, apellidado Yáñez, apoyado por las gentes del barrio y con la decisiva acción del nieto de Cándido, José Muro-Lara. Fernando de los Ríos , entonces ministro, recurrió a un Real Decreto de 1912 referente a fundaciones para anular lo dispuesto en el testamento de Milagros Lara. El teatro pasó a ser propiedad de la Fundación Lara, y así sigue siendo en la actualidad. Desde 2008, se turnan en la presidencia del patronato los tataranietos del fundador: José y Juan Muro-Lara.

El teatro se mantuvo como referente de la escena durante las siguientes décadas, especialmente a partir de 1942, cuando, por una renta de 45.000 pesetas anuales, Conrado Blanco se hizo cargo del teatro. José María Pemán y Joaquín Calvo Sotelo estrenaron allí buena parte de sus comedias, y también lo hicieron Juan Ignacio Luca de Tena, Alfonso Paso, Víctor Ruiz Iriarte, Edgar Neville, José López Rubio y Antonio Buero Vallejo, entre otros. Sus retratos se encuentran hoy en las paredes de la histórica sala del Parnasillo, donde se reunían autores, actores y directores para leer las obras. Es uno de los rincones de las entrañas de un teatro que esconde lugares -algunos desconocidos, como el palomar- llenos de leyendas y de historia; los camerinos llevan los nombres, por ejemplo, de varios de los actores que contribuyeron a esa historia: Rosario Pino, Rafael Rivelles, Lola Membrives, Antonio Vico, Julián Romea...

En los años ochenta el teatro cerró sus puertas; la crisis económica y la situación que atravesaba el teatro llevaron a esta situación. A mediados de los noventa, se encargó su rehabilitación al ingeniero y arquitecto Luis Ramírez , que se enamoró de la sala y llevó su gestión. durante unos años (también le dio, desde la Gran Vía, un nuevo impulso al género del musical).

En la actualidad, el teatro Lara lo dirige Antonio Fuentes, un directivo que trabajó en diversas empresasy que entró como socio de la compañía que gestionaba el teatro para, poco a poco, convertirse en su único gestor. La apuesta de Fuentes es abrir el teatro al mayor público posible con una multi-programación variada (un sábado puede haber hasta cinco funciones diferentes en distintos horarios) que gira en torno a una obra que se presenta en la sala principal. «La ventaja es que traes mucho más público y es un reclamo para volver; el inconteniente, tener que compartir escenografías».

La sala y el hall son por ahora los dos espacios de exhibición, pero se está reconvirtiendo y acondicionando la sala de ensayos en un nuevo espacio en el que ofrecer montajes pequeños. Es consciente de la tradición y la historia de este teatro, y asegura que «nuestra pretensión es hacer un teatro de calidad, pero para un público general; que sea algo así como un puentre entre el teatro que se puede ver en La Abadía y el Matadero y el teatro que se hace en las salas más comerciales». Otro de sus objetivos es afianzar la «clientela». «Intento que haya un público fiel que se pueda sentir a gusto con cualquiera de nuestras propuestas». Las redes sociales juegan un papel determinante, asegura, en la difusión del teatro entre un público joven y nuevo: «Permiten además la posibilidad de un diálogo muy personal con los espectadores, e incorporar a un público que tiene del teatro una imagen todavía antigua».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación