Caso Ciempozuelos: el dinero negro y un contrato falso cercan a los dos exalcaldes

Ambos encabezan la lista de 14 procesados, que completan sus esposas, la hija mayor del primero y una pléyade de empresarios acusados de embadurnar el terreno de juego en un municipio de apenas 25.000 habitantes con sospechosas dádivas y presuntas técnicas de blanqueo de capitales. Hay previsión de que la vista oral se alargue hasta julio.

El propio Torrejón, en su extensa declaración, ya dejaba claro, sin mencionar expresamente el «apellido» «negro», que lo que guardaba en la caja fuerte de su casa (según se excusó, por más de 20 años trabajando en el sector de la enfermería) no había pasado por el fisco. Ni pretendía hacerlo.

Pero fue su propia esposa, Elena Berrio , titular de la empresa familiar Pradogest (una suerte de cajón de sastre, para gestionar tres salones de belleza y compra-venta de inmuebles), quien lo dijo alto y claro.

Así respondía al fiscal Anticorrupción sobre las características de los casi 900.000 euros que llevaron a Andorra en la Semana Santa de 2006: «Si estaba en Andorra no lo podía declarar. Si estaba en la caja fuerte, ¡cómo se iba a declarar! Se ponía dinero en la caja desde que lleva trabajando. Llegó a haber 800.000 euros, creo. Si el dinero estaba ahí, no se declara. Ni usted ni nadie».

La cuestión es de dónde salía tantísimo dinero. Según el matrimonio Torrejón Berrio, de su esfuerzo laboral. Según la Fiscalía, la acusación del PP y Manos Limpias (a cuyas preguntas se han negado a contestar), de comisiones de constructores.

La aprobación inicial del Plan General de Urbanismo de la localidad podría haber sido el punto de encuentro entre exalcaldes y empresarios. De remate, un contrato presentado ante el Andbanc andorrano como garantía de la solvencia de los nuevos clientes. En el documento se pactaban comisiones de hasta 40 millones de euros por la recalificación de unos terrenos . Los pagaría, presuntamente, la inmobiliaria Esprode. Sus responsables también se sientan en el banquillo de los acusados.

Pero Joaquín Tejeiro, que regió el municipio entre 1991 y 1995, se arroga ahora toda la autoría del contrato que convirtió este caso en la presunta mayor corruptela de la Comunidad, en palabras de Ignacio González. Según la versión de Tejeiro , fue él quien redactó el falso contrato, a espaldas de su compañero Torrejón. «Todo fue una cagada mía», llegó a admitir en la Audiencia hace dos semanas ante los periodistas, en un receso de la vista oral.

Explicó al plenario de la Sección Tercera, que preside Arturo Beltrán, que los 100.000 euros que ingresó en Andorra procedían de ahorros familiares, de unas herencias y de unos trabajos de asesoramiento de hizo con unas consultarías. ¿Por qué, entonces, el contrato fue enviado desde el fax de casa de Torrejón?: «Se lo conté días después Yo hice las dos firmas».