Ignacio Osborne, Presidente del Grupo Osborne

—¿Cómo esperan que evolucione la economía española en 2017? ¿Cuáles son las perspectivas para los negocios de las empresas familiares?

—En nuestro último Congreso Nacional, celebrado en La Coruña en octubre, los más de 500 empresarios presentes hicieron una valoración de la situación económica positiva, con una calificación de 5,31 sobre 9, la más alta desde el inicio de la crisis. Nuestra esperanza es que esta evolución se mantenga e incluso mejore -con un moderado aumento de la actividad- y que vaya acompañada de la estabilidad política que no tuvimos en 2016. Una estabilidad que permita a las empresas trabajar, crecer y crear empleo. Con las debidas cautelas, las perspectivas de los empresarios familiares para 2017 son buenas. El 95% de las compañías prevén aumentar o al menos mantener el nivel de ventas, mientras que el 93% mantendrán o aumentarán plantilla.

—¿Qué le piden al nuevo Gobierno? ¿Qué se debería hacer para alcanzar ese objetivo de crecer y crear empleo?

—Los empresarios familiares señalaron -también en La Coruña- que las prioridades del nuevo Gobierno deberían ser la simplificación administrativa y la unidad de mercado; un pacto por la educación; la creación de un mercado de trabajo eficiente; la reforma del sistema de financiación autonómica, y la consolidación fiscal. Entre los factores que consideramos que favorecen el crecimiento, yo añadiría, además, la disminución de las barreras regulatorias, una simplificación impositiva que nos permita tener un sistema fiscal moderado, transparente y que perdure en el tiempo, y un mayor desarrollo de los mercados financieros.

—¿Cómo afectará a las empresas el entorno internacional?

—Creo que la exportación española capeará la salida del Reino Unido de la UE y la llegada de Trump. Primero, porque nuestras empresas son muy sólidas; segundo, porque tanto en Europa como en EE.UU. la fuerza del consumidor es tal que resulta difícil ponerle puertas a ese campo, ya sea con aranceles o cualquier otro tipo de traba artificial.

—¿Qué planes tiene el Instituto para este año?

—En 2017, el IEF cumple 25 años. Nuestros principios fundacionales siguen vigentes. Se pueden resumir en una idea: la defensa de la empresa familiar, en todas sus vertientes, como columna vertebral de la economía y elemento imprescindible para el progreso de un país y una sociedad. Hemos dedicado una parte sustancial de nuestros esfuerzos a ayudar a las empresas a abordar el trance más importante que han de asumir, el proceso de sucesión. Y ahora queremos centrarnos en dos líneas: el crecimiento empresarial y la reivindicación de la figura del empresario honesto y creador de riqueza, que asume riesgos, comprometido con España, con el progreso bien entendido y con las nuevas generaciones. El crecimiento estable y sostenido es la única receta segura para la creación de empleo de calidad. Si nuestras empresas no crecen, no lo hará el empleo.