Francisco Pérez de los Cobos, Presidente del Tribunal Constitucional

«La reforma de la Constitución debe hacerse desde la reflexión y el sosiego»

/ NATI VILLANUEVAIr al artículo
Región de MurciaEntre 51 y 60 años

En diciembre cumplió su mandato de cuatro años al frente del Tribunal Constitucional, del que forma parte por la cuota del tercio de magistrados que renueva el Senado. Así, en los primeros meses del año no solo dejará de ser magistrado del órgano de garantías, sino también presidente. Desde ese cargo, Francisco Pérez de los Cobos (Yecla, Murcia, 1962) ha logrado que cada una de las decisiones relacionadas con el desafío secesionista en Cataluña se haya tomado por unanimidad, lo que no es nada fácil en un TC de distintas sensibilidades.

-¿Cuáles son los retos del TC para este año?

-El primero de ellos, claramente, es la renovación del tribunal, que corresponde al Senado. El mandato de los magistrados salientes, entre los que me encuentro, vencía el 29 de diciembre, por lo que la designación de los nuevos magistrados debería producirse, con lógica, en los primeros meses de este año. Otro de los retos es seguir avanzando en la agilización de sus respuestas, un objetivo en el que creo que hemos dado grandes pasos.

-Uno de los grandes logros de su mandato ha sido la unanimidad en decisiones de gran calado, como las que han afectado a Cataluña. ¿Seguirá el tribunal unido plantando cara al desafío independentista?

-La unanimidad es mérito de todos, es fruto del esfuerzo colectivo y de un intenso trabajo que requiere de tiempo. Todos los magistrados del tribunal hemos sido conscientes de la importancia de la unanimidad en temas de Estado, y estoy persuadido de que así seguirá siendo.

-En los últimos tiempos han vuelto a surgir voces que apremian sobre la necesaria reforma de la Constitución. ¿Es partidario de abrir este debate ahora?

-No me corresponde a mí decir cuándo conviene iniciar la reforma de la Constitución. Es una decisión que deben ponderar los responsables políticos. En cualquier caso, una hipotética reforma debe hacerse desde la reflexión y el sosiego, evitando precipitaciones y apresuramientos e intentando alcanzar los mayores consensos posibles. La Constitución de 1978 debe ser un ejemplo.

-¿Qué reformas son, a su juicio, inaplazables?

-La inmensa mayoría de los preceptos constitucionales no requieren modificación alguna. Sin embargo, hay partes de la Constitución que sería bueno reformar, pues han envejecido peor. La simple lectura del Título VIII de la Constitución permite comprobar que la realidad del Estado autonómico lo ha superado. Creo que habría que cerrar el modelo autonómico, clarificar la distribución de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas y abundar en la previsión de instrumentos que permitan minimizar y solventar los conflictos territoriales. Dicho esto, no me resisto a subrayar los méritos de la Constitución de 1978, como su amplísimo catálogo de derechos fundamentales y libertades públicas, y que haya asentado un sistema político estable y permitido un nivel de autogobierno también inédito en España.

-¿Cree que se debería reformar el sistema de elección de magistrados del TC?

-Lo primero que quiero decir sobre este particular es que debe cumplirse la previsión constitucional de que cada nombre propuesto para ser elegido magistrado del tribunal debe ser pactado; para eso prevé la Constitución una mayoría cualificada de tres quintos: para que no se produzca un reparto partidario.

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