educación/lorca
La Consejería ultima una nueva licitación del Ros Giner
Cambios surgidos tras el estudio geotécnico encarecen el presupuesto inicial de 3,1 millones de euros
La nueva etapa del Instituto de Enseñanza Secundaria Ros Giner de Lorca tendrá que esperar más allá de las previsiones de apertura al inicio del próximo curso. La Consejería de Educación, Universidades y Empleo ultima ya una nueva licitación para desbloquear la reconstrucción, mientras los padres y alumnos del centro educativo, hartos de esperar una solución, decidían de forma unánime dedicar la primera semana lectiva tras el parón navideño a realizar una serie de protestas incluida una ante la Consejería, donde más de un centenar de alumnos del centro exigieron el pasado jueves soluciones para retornar lo antes posible a sus antiguas clases.
Pocas alternativas hay en la mesa para continuar las obras con la actual contrata que tras el acto de la primera piedra, que se ha quedado sola , paralizaba la reconstrucción por imprevistos en el proyecto. En el solar del Ros Giner, un par de máquinas continúan paradas meses después, mientras Acciona, la empresa adjudicataria, argumenta que la aparición de unos pilotes que formaban parte de la antigua estructura, que tuvo que ser demolida tras los terremotos de 2011, encarecen el presupuesto inicial.
Una espina clavada
El alcalde de Lorca, Francisco Jódar, reconocía en unas declaraciones recientes a ABC, que la construcción del Instituto Ros Giner era “la espina clavada de una recuperación que por lo demás ha sido un ejemplo de buena gestión”. De los 35 centros educativos afectados por los daños ocasionados tras el seísmo, sólo el Ros Giner sigue sin fecha de apertura en el horizonte.
Los problemas en las obras del centro surgieron tras un estudio geotécnico que reveló una estructura bajo tierra imprevista y que encarece el proyecto de reconstrucción en un millón de euros. En el caso de las licitaciones públicas, la Ley de Contratos del Sector Público sólo permite un aumento de un 10 por ciento sobre el presupuesto inicial , por lo que el proyecto ha quedado paralizado desde hace meses a la espera de una solución que no llega.
Entre los padres de alumnos afectados se encuentra el presidente de la AMPA del Ros Giner, Antonio Clemente, quien cree muy difícil continuar con las obras porque la empresa adjudicataria se lo quedó bajando el presupuesto de adjudicación inicial, “se llevaron el contrato gracias a una baja de casi dos millones de lo que costaba el proyecto de reconstrucción, que era de 5 millones de euros”, explicaba este jueves a las puertas de la consejería”. Para Clemente, el Ros Giner, “ no está en el kilómetro cero sino en el kilómetro menos siete porque vamos hacia atrás y mientras tanto el instituto continúa hecho un solar”.
La posible rescisión del contrato también preocupa a los padres del Ros Giner. “Cambiar de empresa constructora es una mala noticia porque supone volver a empezar. Ya en su día anunciaron 18 meses de obra aunque en la mejora de la oferta presentada por Acciona se redujo el plazo a once meses. Si se desbloquean los problemas, tardaríamos este curso y todo el del año que viene. Tal vez pudiéramos entrar en el curso 2016-2017”, se lamenta Clemente.
Ultimátum a la empresa adjudicataria
Desde la Consejería de Educación, la directora general de Centros, María Dolores Valcárcel, explica que han dado un ultimátum a la empresa actual para que inicie las obras de forma inmediata. “Hemos intentado acercar posturas para que empiecen cuanto antes porque nuestra prioridad son los alumnos y que puedan volver a su centro educativo. Pero nuestra postura es tajante, si no empiezan las obras estamos preparados para sacar el concurso nuevamente a licitación”. Valcárcel anunciaba esta semana que la consejería ultima ya un nuevo contrato de licitación que podría adjudicarse en un plazo de entre dos y tres meses.
Mientras se desbloquea la situación, los alumnos que pertenecen al Ros Giner continúan su curso académico en el Instituto Bartolomé Pérez Casas, un centro con capacidad para 600 personas y que en estos momentos alberga a 1.000 alumnos tras la incorporación de los estudiantes de la ESO del Ros Giner. Aquellos que cursan bachillerato, unos 200, continúan sus clases en un edificio anexo al antiguo Ros Giner bautizado por el AMPA como el ‘Mini Ros’. “Es una situación insostenible porque en las aulas hay masificación y los alumnos no cuentan con recursos como el laboratorio, talleres o aulas de plástica, lo que les impiden avanzar en las ramas que han escogido”, subraya Clemente.
Conscientes de la situación del alumnado, la Consejería ha incrementado en un 34 por ciento las becas para el transporte en el curso actual, que alcanzan los 1.000 euros, para aquellos jóvenes que hayan tenido que ser reubicados en el Pérez Casas, que dista cuatro kilómetros de la ubicación de su anterior centro educativo.
La directora de Centros explicó además que la consejería realiza de forma paralela a la nueva adjudicación, un estudio para conocer las mejoras que se pueden implementar en los centros actuales y que permitan adaptar las instalaciones existentes a las necesidades académicas, “todos lamentamos los problemas originados en la construcción pero trabajamos para buscar soluciones y lo que tenemos claro es que el Ros Giner se va a construir” .
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