Cómo maridar cervezas y quesos
La asociación de Cerveceros de España enseña la manera mejor de combinar la tradicional bebida de cebada con el queso
El queso y la cerveza casan bien. El restaurador Ángel León se ha encargado de demostrarlo, por encargo de los Cerveceros de España, y de paso ayudan a desenmascarar el origen del viejo dicho de «que no te la den con queso». Al parecer, el dicho viene de la costumbre de algunos bodegueros de ofrecer queso antes de dar a probar los vinos mediocres, por el fuerte sabor de este alimento. Sin embargo, con la cerveza no pasa: por su capacidad de limpiar el paladar, consigue una armonía perfecta con los quesos.
Los Cerveceros de España creen que hay una cerveza para cada queso. Pero hacen falta dos cosas para que ese matrimonio funcione, y la primera de ellas es que la cerveza esté bien servida. Para eso, se dan algunos consejos: utilizar una copa de cristal fino y que esté fría pero nunca congelada -porque «apaga el sabor de la cerveza y afecta a la formación de la espuma»-, que la cerveza esté entre 5 y 10 grados de temperatura (más fría para las ligeras y sin alcohol, más templadas las de más cuerpo).
A la hora de combinarlas con quesos, ahí van unos consejos de los expertos: las cervezas lager, ligeras y frescas, se toman con queso joven de vaca, blandas o semiblandas. A quesos más añejos, cervezas de mayor grado y cuerpo. Los quesos de oveja van bien con cervezas de abadía -con matices frutales y florales-.
Y otros maridajes aconsejados son: cerveza con platos escabechados o salpicón de mariscos; cerveza con platos orientales -combina muy bien con la salsa de soja o el wasabi picante-; pescados azules o ahumados, con cerveza, y también platos picantes. Incluso los postres de chocolate maridan muy bien con la cerveza negra.
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