BMW con sidecar para salir del paro
La capital cuenta con este nuevo transporte turístico. Lo ha puesto en marcha un madrileño que tiene que sacar adelante a su familia
tatiana g. rivas
No crean que han retrocedido a los años 60 si ven por las carreteras de la capital a tres personas que viajan en moto con sidecar, casco y gafas retro. Se trata de un nuevo servicio de transporte turístico que lleva funcionando desde el pasado ... mes de marzo, una forma con la que David García, un madrileño de 34 años, ha decidido salir de la larga lista del paro.
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En septiembre de 2012 le echaron de la empresa de seguridad donde trabajaba. Con una niña de 7 años a la que sacar adelante empezó a darle vueltas a la cabeza para montar un negocio. Siempre había querido comprarse una moto de gran cilindrada y grande. En su mente estaba la Harley Davidson. «No era el momento para adquirirla, pero uní la moto con el trabajo. Se lo comenté a un amigo y a él se le ocurrió lo del sidecar», comenta David apostado en la plaza de Callao junto a su BMW R-71 negra con sidecar.
15.000 euros de inversión
Estuvieron durante un mes buscando este medio de transporte. «En España no hay distribuidores buenos». Finalmente fueron a recogerla a Almería en octubre. Desde entonces hasta febrero de este año la han acondicionado, restaurado y puesta a punto con una inversión total de 15.000 euros.
Parece que ese dinero le va a salir rentable. Aun con las lluvias de marzo, asegura David, ha salido a cuenta. «Ahora que viene el buen tiempo, no sé si voy a dar abasto», confiesa.
Explicaciones «caseras»
David propone cuatro recorridos a los turistas. Talla S, de media hora; M, de una hora; L, de dos horas, y XL, de tres horas. Cuestan desde 35 hasta 135 euros. «Además del recorrido, les doy explicaciones. Pero no en plan profesional. Por ejemplo, si les llevo a La Cibeles, les digo que ahí se celebran los triunfos el Madrid. Les recorro las típicas zonas de copas,...», dice en tono jocoso. «No doy datos que a nadie le interesa. Les cuento mis películas», añade. La gente que más ha utilizado este servicio son suramericanos. «Les atrae mucho», revela. También búlgaros y alemanes.
Totalmente legal
Varios policías ya se han acercado a David para preguntarle sobre su actividad. «Siempre me han dicho que vienen a petición de los taxistas para interesarse por el negocio. Ocurre como con las mototaxi. Como no hay legislación para vehículos de menos de cuatro ruedas, soy legal. Traté de sacarme la tarjeta de Servicio Público, pero no se puede. Tengo todos los permisos y soy autónomo. Está todo en regla, asegura.
Si no llueve, pueden encontrar a este hombre en la plaza de Callao. Le verán con una pizarra donde anuncia los servicios de Z-Tours , desde donde se pueden hacer reservas.
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