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Más de 60 forenses y peritos tratarán de arrojar luz sobre la muerte de Asunta

El director de la cárcel de Teixeiro reveló que a Rosario Porto le abrieron un expediente por acumular medicinas en su celda. Ella relató un asalto a su piso seis meses antes de que ocurriera

Más de 60 forenses y peritos tratarán de arrojar luz sobre la muerte de Asunta m. muñiz

patricia abet

La última tanda de testificales del juicio por el crimen de la niña Asunta Basterra se cerró ayer con más de una sorpresa . A priori, los citados a declarar eran testigos propuestos por las defensas de los acusados que tratarían de corroborar el cariño con el que los padres se encargaban de la pequeña desde su adopción y la buena sintonía que reinaba en la relación con la niña. Sin embargo, la declaración de uno de los testigos destapó un episodio desconocido hasta el momento que, paradójicamente, conecta con otro que ha dado mucho que hablar. El protagonista de la revelación fue el ferretero que cambió la cerradura del piso de Rosario Porto en enero de 2013 . El testigo recuerda bien la fecha porque la anotó en su cuaderno de trabajo, que ayer se llevó hasta los juzgados. Tampoco tuvo problemas en rememorar las razones por las que la madre de Asunta lo llamó para que le instalasen una nueva cerradura. «Me dijo que habían intentado entrarle en casa y llevarle a la niña» , declaró.

Los paralelismos entre esta descripción de lo sucedido en la vivienda de los Porto en enero de 2013 y el intento de asfixia que la menor sufrió en su dormitorio a principios de julio del mismo año son más que llamativos. Con un intervalo de seis meses, las dos situaciones comparten un mismo denominador: que alguien trató de entrar en el piso para dañar a la menor. En el caso de julio, Porto llegó a contarle a la vecina que un hombre vestido de negro entró en su casa e intentó asfixiar a Asunta . El mismo relato se lo trasladó la propia Asunta a la madre de una compañera de instituto . Del presunto atraco de enero, narrado ayer por el ferretero, nada se sabía.

«Había demasiadas llaves»

Lo inesperado de la fecha aportada por el testigo para referirse a este cambio de cerradura obligó al presidente del tribunal popular a repreguntarle para confirmar el dato. El ferretero lo ratificó y explicó además que Porto le dijo que había demasiadas personas con copia de esas llaves . Su decisión de cambiar la cerradura coincide en el tiempo con el momento en el que ella y Alfonso Basterra deciden divorciarse después de que él descubriese una infidelidad.

Ayer también pasó por la sala donde se juzga la muerte de la menor de 13 años el director de la prisión de Teixeiro , el penal donde los acusados llevan dos años ingresados. Preguntado sobre sus entrevistas con Rosario Porto, el responsable del centro penitenciario relató que la actitud de la imputada siempre es de «llanto continuo» y total abatimiento . También sacó a la luz un expediente abierto a la madre de Asunta después de que una funcionario descubriese en su celda medicamentos acumulados. «Recuerdo que se le puso un parte disciplinario porque hay una cierta medicación que tenía acumulada», declaró. Sobre Basterra , también internado en esta cárcel, el director afirmó que sigue con un preso de acompañamiento en la celda , pese a que ya se le levantó el protocolo antisuicidios.

Declaraciones «tendenciosas»

A propósito de estas últimas declaración, el abogado de la madre de Asunta, el penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, aseguró que se había tratado de un testimonio «cabal y serio» . No así —criticó— otras declaraciones oídas en sala en los últimos días para las que el letrado pedirá la deducción al término de la fase pericial por considerarlas «gratuitas y tendenciosas». «Lo haré en el momento final, cuando se termine toda la prueba, por ahora no quiero ir anticipando por dónde voy», indicó ayer a su salida de los juzgados de la capital gallega. Sobre las pruebas periciales que hoy empezarán a mostrar los más de sesenta peritos y forenses citados en el marco del juicio, el abogado apuntó que sin duda serán relevantes para juzgar los hechos vinculados estrictamente al asesinato de la niña.

En este punto, sin embargo, Aranguren no quiso pasar por alto que será una semana dura para su defendida porque «se va a hacer exhibición de fotografías nada agradables para nadie, y menos para ella». Convencido de que este miércoles inaugura la «parte fundamental» de proceso contra Porto y Basterra, el penalista apuntó que que las pruebas periciales arrojarán «más luz» sobre el hecho que se juzga, ya que hasta el momento el «juicio se está centrando en aspectos absolutamente colaterales» y en «opiniones personalísimas sobre cómo es Rosario o cómo lleva su duelo», cuestiones que, según reconoció, «nada tienen que ver con el asesinato, que es lo que aquí nos convoca estos días».

La ronda de periciales arranca a primera hora de la mañana con las declaraciones de cuatro forenses de la Universidad de Santiago, uno del Instituto de Medicina Legal y dos expertos del grupo de servicio de hispatología del Instituto Nacional de Toxicología. Sus declaraciones y las explicaciones que den sobre los análisis a los que fue sometido el cadáver de la niña y los restos que se hallaron en él podrían ser determinantes a la hora de resolver el caso.

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