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El BNG mantiene sus prejuicios para pactar con fuerzas estatales

Los nacionalistas gallegos, que se coaligaron con Bildu en las europeas, se niegan a entenderse con Izquierda Unida y Podemos

El BNG mantiene sus prejuicios para pactar con fuerzas estatales efe

Darío Domínguez

Apenas un par de días después de que el portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, pareciese abrir una puerta a la entrada de la formación en una hipotética Marea gallega de cara a las próximas citas electorales, la idea parece volver a difuminarse. Vence había recurrido a la fórmula de la candidatura «de gran espectro» para intentar asegurarse para el partido la representación, al menos, en el Congreso de los Diputados y emplazaba a la celebración de asambleas en las agrupaciones locales para decidir la forma de concurrir a los comicios y, preguntado por la posibilidad de confluir con las demás fuerzas rupturistas decía «no cerrar» puertas a nada. Sin embargo el portavoz de su grupo en el Parlamento gallego, Francisco Jorquera, resucitó ayer en rueda de prensa en O Hórreo una vieja posición entre los nacionalistas, la de resistirse a pactar con partidos de ámbito estatal.

Jorquera calificó el momento político que vive España de una «segunda Transición» —aunque confesó que no se atreve a calibrar la intensidad de los cambios que se podrían producir—, por lo que explicó la necesidad que, a su juicio, tiene Galicia de poseer una representación propia en las Cortes. La lógica de este argumento, visto el éxito de las opciones rupturistas en las últimas municipales, podría hacer pensar en movimientos para conformar una gran opción de izquierda radical gallega, pero el portavoz frentista colocó como «línea roja» para entablar conversaciones que las formaciones que se integren en esa candidatura coloquen sus «centros de decisión» en la propia Comunidad aludiendo a la negativa a que la supuesta coalición pudiese estar bajo «una posición de subordinación» con respecto a Madrid. Con este razonamiento, quedarían excluidos de los posibles pactos tanto Izquierda Unida como Podemos, socios de los también nacionalistas de Anova — escindidos del BNG — en las listas de «unidad popular» y en el grupo parlamentario de AGE.

La pelota pasó entonces al bando rupturista, que pese a haber anunciado «fuertes coincidencias ideológicas» con el BNG y poner sobre la mesa la estrecha colaboración que han venido manteniendo durante esta legislatura, anunciaron mediante su líder, Xosé Manuel Beiras, que la posición de Anova e IU «no depende de las manifestaciones públicas del BNG» . En este sentido, reiteró su apuesta por las fórmulas de confluencia ya manifestada en la propia AGE, y manifestó su deseo de que los partidos implicados abran un proceso de diálogo.

La incógnita de Podemos

Pese al llamamiendo de Beiras a la formación de frentes con partidos de otras regiones y del conjunto del estado, pero para el caso gallego se encontrará con la incógnita de Podemos , que en las comunidades donde también ha habido autonómicas han concurrido con su propia marca, y podrían negarse a diluir su siglas.

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