Hazte premium Hazte premium

Julia Ares nos sumerge en un mar rotundo con su nueva exposición

La obra de la artista coruñesa es un guiño al mar gallego en toda su plenitud y belleza

Julia Ares nos sumerge en un mar rotundo con su nueva exposición M. muñiz

P. Viturro

En la sala de exposiciones de la USC del Palacio de Fonseca se inauguró este viernes la exposición de la artista coruñesa Julia Ares, que realiza una retrospectiva de su obra llamada «Miscela Vitrea», título que homenajea a la descripción de Plinio «El Viejo» sobre la historia del vidrio.

Se trata de una obra comisariada por Mercedes Rozas y José Luis Rey que consta de alrededor de 30 piezas de este material sostenidas en peanas de luz, ligeras estructuras metálicas o bien colgadas del techo, como «Mi Semana». Una maravillosa escultura de grandes dimensiones en la que un sinfín de gaviotas vuelan sobre un mar revuelto, disperso y profundo, dividido en siete piezas, en el que la autora quiere mostrar cómo son los siete días de su semana, «es el maremagnum de mi día a día» afirma rotunda.

La mayoría de las piezas, si no todas, están vinculadas al mar. Y es que asemejan ser vidrios que hubiesen llegado a la galería directamente desde el fondo marino con bandas de peces atravesando espacios cóncavos, a veces peces solitarios de fuego, o peces transparentados en la densidad del color, de perfil, volviéndose espesos, carnales, e incluso en una marea negra.

«Muerte Negra» nos muestra dos peces sobre un mar oscurísimo, ya ahogados. «Quería reflejar la marea negra que tuvimos hace unos años» nos comenta Julia. Todas las piezas han sido realizadas con dos técnicas; vidrio termofusionado, en el que mezcla este material con elementos tales como pigmentos, filamentos de cobre, telas, mallas... y vidrio termoformado, donde el único protagonista es el vidrio, cada vez más reivindicado por los artistas contemporáneos. Aún así, todas ellas han sido sometidas a 830 grados en su elaboración, muestra de la gran complejidad del proceso.

Si la heterotopía es un lugar múltiple, fuera del lugar, las piezas de Julia Ares son eso; su lugar está en el fuego, la luz, el color y el agua, que no son lugar, absolutamente diferentes del uso común, una impugnación al resto del uso del vidrio para compensarlo, neutralizarlo, borrarlo, más allá de lo físico y funcional de la materia. Como dijo Cuixart, su obra son poemas líquidos. Es una artista que bien podría haber pertenecido al movimiento inglés de las arts and crafts, pues ha ido de las artes aplicadas a las bellas artes con una naturalidad y eliminación de las distancias que nos llevan a recordar las épocas de Gallé o Tiffanny’s, tiempo de la tradición artesana que, ajena a las jerarquías se eleva a arte, como sucede en sus piezas de joyería y en sus trofeos así como en sus esculturas de espacio interior o exterior.

No es casualidad que la artista pertenezca a la cuarta generación familiar de una empresa dedicada en La Coruña al sector del cristal. Ni que lleve más de treinta años trabajando esa materia. Ni que su reconocimiento internacional y sus galardones se extiendan a países como Japón, cuya tradición fue precisamente recuperada en Europa por los mejores artesanos ingleses y franceses. Una auténtica joya digna de ver y admirar.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación