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Una lancha rápida navegó al encuentro del pesquero «Ratonero», según Aduanas

La Audiencia de Pontevedra acoge la tercera jornada del juicio contra nueve acusados de narcotráfico, interceptados en 2012 con dos toneladas de cocaína a bordo

Una lancha rápida navegó al encuentro del pesquero «Ratonero», según Aduanas efe

abc.es

La sección quinta de la Audiencia de Pontevedra celebra este miércoles la tercera jornada del juicio contra nueve presuntos narcos involucrados en el «caso Ratonero» . Ante el juez ya han declarado la tripulación del pesquero -interceptado en 2012 con más de dos toneladas de cocaína a bordo- y la Guardia Civil encargada de la investigación. Este miércoles ha sido el turno del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA).

Bajo la versión de diversos agentes, Aduanas detectó una lancha rápida que navegaba al encuentro del «Ratonero», y cuyos ocupantes saludaron al pesquero con un «Hola compañeiro», justo antes de darse cuenta de la presencia del «Petrel» y emprender la huida.

Asimismo, los agentes han señalado que pusieron en marcha los equipos de visión nocturna y pudieron localizar una lancha rápida, que navegaba hacia el pesquero. Se trataba de una embarcación de unos 14 metros de eslora, semirrígida, sin cabina pero con un arco para equipos de radar y antenas, en el que se apreciaban «con seguridad» al menos dos personas (que podrían ser tres) y tres motores.

Los testigos y peritos del SVA ha identificado esa embarcación con la lancha rápida que fue avistada saliendo un día antes de la Ría de Arousa, y que sería la misma que, poco después, apareció encallada en las costas de Madeira (aunque le faltaban elementos y presentaba daños).

Modus operandi

Por otra parte, el responsable del SVA en Galicia ha recalcado que los detenidos formaban un grupo con «importante capacidad operativa», y ha descartado que el «Ratonero» se dirigiese directamente con la cocaína a las costas gallegas. A ese respecto, ha recordado que el modus operandi de este tipo de organizaciones requiere el uso de lanchas rápidas que se encuentran con los buques nodriza en altamar para recepcionar la droga y acercarla a tierra.

En el caso del «Ratonero», este perito ha subrayado que, además del avistamiento de la embarcación semirrígida, hay otros indicios que confirman este modus operandi, como las escuchas de radio e incluso anotaciones sobre el punto en el que el pesquero debía encontrarse con la lancha rápida. Así, el «Ratonero» trasvasaría la cocaína a la lancha y la proveería de combustible, mientras que los lancheros debían entregar una pieza de repuesto al barco más grande, que tenía una avería.

En Madeira, para reparar un yate

Por otra parte, agentes de la Guardia Civil han confirmado ante el tribunal que la investigación de este caso se inició cuando, de forma casual y en el marco de otras pesquisas, se averiguó que el «Ratonero» podría estar inmerso en los preparativos de una operación de narcotráfico.

Asimismo, los agentes señalaron que habían hecho seguimientos a uno de los acusados, Jorge C.F.B., al que vieron colaborar en las labores de aprovisionamiento del buque, así como desarrollar tareas de vigilancia. La defensa, sin embargo, ha subrayado que la identificación del acusado en las fotos aportadas a la causa no es fiable al cien por cien. Del mismo modo, los abogados de los tres presuntos «lancheros» de la organización (José Manuel C.L., Baltasar V.D. y José Antonio B.P.) han destacado que no se encontraron pruebas que relacionasen a esos tres acusados con los tripulantes del «Ratonero».

A ese respecto, esos tres procesados, que fueron detenidos en Madeira y cuyo ADN apareció cerca de la lancha embarrancada en esa isla, han mantenido que fueron al archipiélago portugués a reparar un yate. Su versión ha sido corroborada por un testigo, que ha asegurado que trasladó en su embarcación a los tres acusados, los dejó en la isla y regresó a Arousa: unas 100 horas de navegación.

Tribunal «contaminado»

Varios abogados de la defensa han presentado este miércoles por escrito una solicitud formal de recusación, al considerar que el tribunal podría estar «contaminado», puesto que sus componentes ya habían emitido un auto desestimando un recurso de apelación de uno de los acusados. El fiscal rechazó dicha pretensión que, señaló, «podría rozar la mala fe procesal».

El tribunal acordó no admitir esa solicitud por «extemporánea», y ha recordado que las partes conocían desde hace tiempo la composición de la sala, sin haber presentado antes incidente de nulidad, ni ninguna otra consideración al respecto.

El Ministerio Público pide para los 9 acusados penas que suman 148 años de prisión y 2.000 millones de euros de multa. Las defensas reclaman la libre absolución.

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