Galicia
El arte de crear Esperanza para los ferrolanos
El escultor sevillano José Hurtado explica cómo realizó la nueva Virgen que procesiona hoy por primera vez

Si algo necesita Ferrol, eso es esperanza. José Hurtado se la ha dado con mayúsculas. Y esta será su noche. La de Nuestra Señora de la Esperanza, la nueva imagen mariana que este escultor sevillano ha realizado para la Cofradía de Dolores y que este martes procesiona por primera vez en Semana Santa a partir de las 22.00 horas. Entre los devotos y espectadores estará el propio imaginero pileño, de solo 31 años, que este lunes viajaba hacia la ciudad naval. Será la culminación de un trabajo que ya vivió un gran momento con la bendición hace pocos días a cargo del obispo Sánchez Monge.
La Esperanza es la sexta imagen que sale de su taller y la tercera para Galicia después de Nuestra Señora de la Humildad de Santiago en 2011 y Nuestra Señora de los Cautivos en 2012. Y no será la última, pues aunque por ahora no puede aportar más datos, ya adelanta futuros trabajos en la región.
Hurtado, que desde los 14 años se ha ido formando en esta disciplina hasta llegar a la Universidad, trabaja en su taller de Pilas, localidad donde están sus raíces maternas, aunque en Pascua se instalará en el centro de Madrid. El proceso para crear una imagen devocional es siempre el mismo y siempre distinto. Comienza trabajando «en pequeños bocetos en barro donde no son importantes las facciones exactas, ni el profundo estudio estructural, anatómico y estético de un modelo definitivo, sino precisamente la búsqueda de esa expresividad tan importante en las imágenes devocionales».
El barro es el origen, porque «no solo permite corregir y trabajar con tranquilidad mientras que se mantenga húmedo, sino que posee una plasticidad idónea para replantar la suavidad y sutileza de la piel». Ese fue el modelado que presentó a la hermandad ferrolana. Con el visto bueno, comienza la talla en madera. Hurtado siempre trabaja en cedro real (cedrela fissilis), «con su color castaño rojizo, porque es muy apreciada por su calidad. Es una madera liviana a semipesada, con características físico-mecánicas muy buenas y excelente estabilidad dimensional a la cual no atacan los insectos xilófagos».
Relevancia de las manos
Y después de la talla, viene el proceso definitivo que le dará a la Virgen su característico aspecto: «Se pasa a recubrirse con diferentes aparejos, primero el estuco, que es un yeso que lijaremos hasta dar una terminación pulida. El yeso se recubrirá con gomalaca, que es un tapaporos natural. Finalmente, la policromía se realiza mediante pinturas al óleo», algo que «se hace tradicionalmente así desde el barroco».
Los rasgos que Hurtado ha dado a la Esperanza ferrolana no son los de una dolorosa sufriente. Aunque llora, «sus ojos se entornan como quien atisba una luz en medio de una inmensa oscuridad». Además, «sus cejas curvadas por el dolor se ciñen en su entrecejo para representar la entereza de María».
La particularidad en este caso es que es una imagen de vestir, cubierta de ropajes bordados. Así que las manos cobran especial relevancia. En la Esperanza, Hurtado ha querido plasmar «la certeza de que al final todo va a salir bien».
La inspiración le llega de mirar dentro de un mismo, del estudio de obras clásicas, fotografías de modelos, música, o hasta del propio silencio y de la lectura de las Sagradas Escrituras. Es así cómo logra que «la Esperanza se vuelva niña para dulcificarse y contrarrestar esa fuerza de la fe que expresa para contagiar de esperanza a quien la mira».
